Suflé de manzana

La leche y los huevos que acompañan a la manzana aportan proteínas, y el azúcar, hidratos de carbono sencillos

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Cocemos las manzanas con un poco de agua, la mitad del azúcar y el coñac. Separamos las yemas de las claras reservando las yemas para la crema pastelera y las claras para montar posteriormente a punto de nieve. Hacemos una crema pastelera poniendo a hervir la leche con el azúcar, menos un poco de leche en donde se disuelve la maicena y las yemas.

Así lo cocinamos

Cuando la leche hierva, añadimos la mezcla de la maicena con las 3 yemas y revolvemos bien hasta que vuelva a hervir. Con una batidora mezclamos la manzana cocida y escurrida con la crema pastelera hasta formar una crema homogénea. Batimos las claras a punto de nieve junto con 2 cucharadas de azúcar empezando poco a poco de velocidad para posteriormente aumentar (se hace más rápido y mas fiable con varillas eléctricas), y el punto de nieve será cuando se queden adheridas a las varillas de la batidora.Una vez montadas la claras y con ayuda de una espátula de madera mezclamos poco a poco a la crema fría de manzana con las claras a punto de nieve.

Engrasamos con mantequilla una fuente de horno o varios moldes de soufflés individuales. Colocamos alrededor del molde y bien pegado a los bordes de los moldes una tira de papel de aluminio o de papel de horno que se eleve el doble de altura del molde ya que el soufflé al elevarse en el horno se saldrá del molde y de esta manera nos aseguramos que coja una altura bonita. Vertemos la mezcla en los moldes e introducimos en el horno precalentado a 180 ºC. Los moldes pequeños necesitarán unos 15 minutos y los moldes de 4 personas necesitarán unos 40 minutos. Servimos al instante según sacamos del horno.

Trucos y Consejos

Como bien se explica en esta receta, las claras montadas y la crema fría de manzana deben mezclarse con una espátula de madera o similar. No debemos emplear una batidora de varillas, pues la mezcla perdería aire y, por lo tanto, el soufflé no subiría.

Información Nutricional

La preparación de un soufflé requiere un poco de práctica en la cocina, pero será un éxito seguro en la mesa si finalmente conseguimos elaborarlo. La base de un soufflé son siempre claras de huevo montadas a punto de nieve a las que se añade una preparación. Posteriormente, esta mezcla aumentará de volumen en el horno por acción del calor. El soufflé admite preparaciones tanto dulces como saladas. En este caso la receta constituye un delicioso postre con que acabar una comida especial. El ingrediente principal de la receta es la manzana, una de las frutas más consumidas por la población en general, y cuyas propiedades no pueden ser pasadas por alto. Además de combinar bien con muchos alimentos, hay que destacar sus propiedades curativas. Esta fruta tiene poder astringente y laxante, es decir, que puede tomarse tanto en caso de estreñimiento como de diarrea. Consumida cruda y con piel ayuda a mejorar el tránsito intestinal, gracias a la fibra insoluble que se encuentra en la piel. Por otro lado, si la consumimos pelada y rallada tiene el efecto contrario en el organismo, gracias a la pectina de la pulpa, que tiene la capacidad de retener agua. La leche y los huevos que acompañan a la manzana aportan proteínas, y el azúcar, hidratos de carbono sencillos. La combinación de todos estos alimentos hace que este postre sea muy nutritivo, recomendado especialmente en situaciones de inapetencia o desnutrición.

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