De los primeros

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Si realizáramos una encuesta para ver cuantas marcas de vinos tintos de la tierra de Córdoba conocemos, sin duda que Valpina sería uno de los primeros en la lista, no solo porque Navisa fuera una de las primeras bodegas o cooperativas que apostaron por la diversificación, sino también por sus ya tradicionales imágenes publicitarias. Se trata de un vino elaborado por tres variedades de vid diferentes: tempranillo, syrah y cabernet sauvignon, la gran uva francesa que también ha sido plantada en nuestra campiña. Una vez extraído el color de las pieles mediante la maceración y fermentación alcohólica, el vino tiene dos vías, o bien se filtra y embotella, siendo un vino joven, o bien se introduce en barricas, que no botas (que son más grandes, para vinos generosos).

En este caso, el roble 2014 se introduce durante seismeses en barricas, donde evoluciona gracias al oxígeno y las reacciones de polimerización que allí tienen lugar, razón por la cual el vino en fase visual se presenta con una tonalidad granate, con un ribete ya algo evolucionado, aunque limpio y brillante. También durante el posterior reposo durante otros seis meses en botella evolucionan el color, aunque más lentamente, pero es necesario este periodo para que el vino se redondee en boca y afinen los aromas. En fase olfativa es de intensidad media, con notas que combinan especiados junto con el poder aromático de la tempranillo frente a sus acompañantes variedades foráneas, ya que predominan los frutos rojos maduros y golosos. La madera se me antoja que ya ha tenido usos, perfumando más livianamente.

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