El mundo de la hostelería cordobesa despide, entre elogios, al tabernero Juan Peña

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Córdoba amanecía con la muerte de uno de sus iconos gastronómicos, el tabernero Juan Peña nos decía adiós a los 73 años Verdaderamente resulta emocionante comprobar la tristeza y el agradecimiento unánime a este grande (dentro y fuera) de la cocina local. Se fue el cocinero autodidacta que siempre aspiró a «dar de comer como mi madre me daba a mí » y que acabó convirtiéndose en padre y guía de muchos de los chefs de la nueva hornada cordobesa. Así Juanjo Ruiz(La Casa de Manolete Bistró) se mostraba impactado al recibir la noticia y subrayaba «su aportación a la cocina cordobesa, de la que su taberna se convirtió en todo un templo». Se lamentaba porque «hemos perdido a un gran hombre».

Óscar Ruiz(Taberna Góngora), afirmaba al enterarse de su fallecimiento: «Se convirtió, a pulso, en un referente gastronómico.

Con su muerte, Córdoba pierde muchísimo. Era espectacular y su arte dentro y fuera del negocio aún más». A lo que Periko Ortega, chef de ReComiendo, añadía: «La suya fue una personalidad arrolladora y con un claro gusto con la realidad. El día que nació mi hijo Aitor lo celebré en su casa junto a él. Su cara y lo que disfruté ese sía siempre estará en mi corazón. Lo recordaré al final de su barra controlando todo y disfrutando de su pasión ¡Viva Juan Peña!».

Paco Mulero, (Gerente de Mercado Victoria) dibujaba con sus palabras la cocina de Juan Peña: «Más de 40 años haciendo comida con mimo, cariño, amor, con aprecio a sus clientes. Hizo, además, de su taberna un auténtico museo de personas y personajes famosos. Una taberna imprescindible en la historia de la hostelería cordobesa, andaluza y española. Se nos ha ido un pilar fundamental del «taberneo» cordobés. Lo echaremos mucho de menos».

Sinceras fueron las palabras de Paco López ( La Cuchara de San Lorenzo): «Cualquier calificativo se queda corto para enaltecer a uno de los padres de nuestra cocina tradicional cordobesa. Nos deja un maestro de nuestros fogones».

Francisco de la Torre, Presidente de Hostetur, reconocía: «Hay que agradecerle que nos haya puesto dentro del mapa gastronómico nacional e internacional. Todo el sector de la gastronomía cordobesa lamenta perder a uno de sus grandes representantes. Tuvimos la suerte de ser testigos de cómo la Cátedra de Gastronomía lo reconocía como Tabernero de Honor y dedicarle unas palabras».

Igualmente, el chef de Noor Restaurant, Paco Morales afirmaba apesadumbrado: «Estamos realmente tristes porque se nos va quien fuera, por excelencia, el tabernero de la ciudad de Córdoba».

Rafael Jordano y Rafael Moreno Rojas, ex Director  y Director de la Cátedra de Gastronomía de Andalucía, respectivamente, consideran que « Juan Peña se ha ganado con creces el reconocimiento de los cordobeses. Durante años ha ofrecido y ofrece una excelente carta que ha sabido amoldarse a los nuevos tiempos sin menospreciar el sabor de la cocina más tradicional de la ciudad».

Aunque sin duda, una de las despedidas más emotivas fue la de Adrián Caballero, alma máter de Regadera: «Me confesó que nunca se jubilaría y que su único deseo era morir haciendo lo que siempre había amado: cocinar. Sólo puedo estar agradecido con Juan por compartir sus conocimientos con todos los que amamos la cocina cordobesa; por ayudarme cuando he necesitado los sabios consejos de un maestro: cocina en tu restaurante con el mismo amor que cocinas para tu familia., por demostrarme que la fusión en la cocina no está reñida con la tradición y que de debe ser presente y futuro de nuestra gastronomía».

A lo largo del día se sucedían las dedicatorias como la de Javier Campos (Ermita de la Canderaria): «Ha muerto Juan Peña pero su cocina está más viva que nunca y permanecerá entre nosotros como referente y como valor indiscutible, que respeta el respeto al producto y a la autenticidad. Lamentamos su fallecimiento pero conservaremos como un tesoro sus enseñanzas, su forma de cocinar y su entrega».

Tampoco faltó la de María Escribano (Gerente de El Caballo Rojo): «Para nuestra familia su fallecimiento supone una doble pérdida. A nivel personal porque era un grana amigo de nuestra familia y a nivel profesional porque la ciudad pierde un histórico de la gastronomía cordobesa».

La conocía chef Celia Jiménez afirmaba: «Hemos perdido a una gran figura de la gastronomía cordobesa y a uno de sus máximos exponentes y representantes».

Mientras que el empresario Miguel Cabezas (Grupo Cabezas Romero) aún habla de él en presente: «Juan es, sin duda, de las mejores situaciones que se han dado en la Córdoba hostelera. No se entendería los últimos años de nuestra cocina sin la aportación de Juan Peña, que ha hecho posible que a profesionales de mi generación nos sea fácil hablar a la altura del norte de España con su producto y a la del sur con su legado».

El mundo del vino también se vestía de luto. Javier Martín (Presidente del Consejo Regulador Montilla-Moriles): «Ha muerto Juan Peña, el auténtico maestro del arte de la taberna. Una persona que supo enamorar a todos sus clientes e incorporar los vinos de Montilla-Moriles al arte de las tapas. Llevó la imagen de Córdoba y de la gastronomía a todo el mundo sin moverse de su taberna».

Alberto Rosales (Puerta Sevilla) lo definía como «un tabernero en estado puro. Su forma de cocinar lo hacía diferente».

Por su parte, Rafael López (Taberna El Pisto) hacía lo propio: «Era un icono de la gastronomía cordobesa porque tenía una gran cocina y un tabernero cabal. Hemos perdido a una gran persona y gran hostelero».

Y Ángel Sánchez (La Taberna de Almodóvar) no dudó en brindarle su apoyo a sus seres queridos: «La Familia de la Taberna de Almodóvar se une al dolor de su familia y le da su más sentido pésame.  Aunque me embarga un gran dolor me siento afortunado de haber podido conocer a alguien tan especial como él».

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