Los preferidos de Gurmé para comer bien y barato durante los Patios de Córdoba 2019

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Durante dos semanas Córdoba explota en flores, colores y ¿por qué no? ¡Sabores! Pero no siempre hay que gastarse una fortuna para llevarse un delicioso recuerdo de los Patios 2019. Gurmé Córdoba te revela los lugares imprescindibles con las 3 ‘b’ (Bueno, bonito y barato)

La Posada del Caballo Andaluz (Calle San Basilio, 16)

Como buena casa de comidas en pleno barrio de San Basilio, no carece de un ambiente sencillo con mesas cubiertas con manteles blancos. La Posada del Caballo Andaluz pertenece al mismo grupo que Taberna La Viuda y Puerta Sevilla. Es su apuesta más reciente.Un espacio acogedor y familiar para almorzar y cenar, pero también para tomar un aperitivo o un café. Y lo más atractivo es su ajustado precio: todos sus platos cuestan 9 euros y las medias raciones 6 €. Su carta cumple con todos los popes de la gastronomía cordobesa: salmorejo, alcachofas al Moriles.

rabo de toro a la antigua, flamenquines, berenjenas fritas con miel de caña, patatas rellenas de Bujalance, migas, perol cordobés.

Entre su oferta de pescado destaca la fritura con diversas materias primas, el pez espada a la cordobesa y el bonito en escabeche

Su oferta de postres incluye las naranjas mozárabes, leche frita y pastel cordobés.

Mesón San Basilio (Calle San Basilio, 19). Ofrecen a su clientela comida casera típica de Córdoba en un restaurante que evoca un patio típico cordobés y donde también cuenta con bodega y salones individuales para comidas familiares.Lo más destacado de su carta es el rabo de toro. Sin embargo, tampoco desmerecen sus croquetas, las alcachofas, ensalada de naranja con bacalao o el salmorejo. 

Taberna Regina(Plaza de Regina, 1)

Su terraza es de las zonas más codiciadas de la ciudad tanto en época de cruces, debido a la proximidad de las mismas, como durante el resto de primavera y verano.

Al margen de sus irresistibles patatas, son famosos sus peroles de arroz, así como el guiso de carrillada o el elaborado a base de rabo de toro. Su chorizo al vino es legendario.

Cumple a rajatabla con la tradición gastronómica local: flamenquín, albóndigas, chopitos o bacalao fritos, huevos rellenos o pinchitos, entre otros. Impensable irse de allí sin probar su carne al Jerez o sus berenjenas con salmorejo.

Taberna Santi (Calle Realejo,10)

Son de agradecer las generosas tapas que acompañan a las bebidas.

Entre su amplio abanico de tapas y raciones destacan platos autóctonos como el jamón del Valle de los Pedroches, las croquetas de puchero y los flamenquines, además de especialidades como el lacón a la gallega y las papas con choco.

Dispone de una carta muy variada que incluye ibéricos, quesos, revueltos y ensaladas, junto a una buena selección de pescados y carnes. Las carnes a la brasa se sirven en platos de barro calientes para que mantengan la temperatura.

Taberna La Sacristía (Calle Alarcón López, 3). Es un lugar perfecto para comer de raciones. Comida tradicional cien por cien. Sus parroquianos aconsejan probar su rabo de toro, la ensaladilla, la tortilla de patatas, salmorejo, croquetas, flamenquín, carrillada y el montadito de pringá. Una excusa perfecta para disfrutar del barrio más torero de Córdoba (Santa Marina) y dar buena cuenta de los mejores vinos de Montilla-Moriles. Además, en este establecimiento se guarda con celo el traje de luces que Manolete vistió el 26 de agosto de 1947 en Santander, la última tarde que abandonó a pie una plaza.

La Fuente 12 (Calle Huerto San Pedro El Real, 12). Además de los clásicos de la cocina cordobesa, como el  flamenquín o el rabo de toro, en su carta ha incorporado otros platos en busca de su personalidad propia

Algunos de sus creaciones más sorprendentes los platos a base de choto, así como la torta de atún, elaborada con atún fresco, o una versión de la ensalada de naranja, que en lugar de bacalao incorpora sardina arenque.

Las carnes proceden, en su mayoría, del Valle de Los Pedroches y los postres son caseros.

Taberna Épora(Calle Campo Madre de Dios, 48). Las especialidades de la casa son el flamenquín de rabo de toro, croquetas, manitas de cerdo, pescaíto frito (bacalao, adobo y boquerones fritos). También se sirve, con éxito, los boquerones al limón. En ocasiones disponen de choco frito, que traen directamente de Sanlúcar de Barrameda. Sus comensales son fieles a sus entrantes: salmorejo, croquetas de setas, patatas rellenas o ensaladilla de langostinos. Aunque tampoco pueden resistirse al revuelto de morcilla con cebolla caramelizada y piñones, ensalada de yogurt, manzana y frutos secos; así como a su cochifrito, churrasco y presa ibérica.

Bar La Cavea (Plaza de Jerónimo Páez s/n). En la plaza del Museo Arqueológico, donde se ubica  La Cávea, hay un amplio y agradable espacio para disfrutar de una cerveza bien fría o un buen vino. En el mismo sitio, hablamos de la calidad de su marisco y pescado, traído directamente de la popular pescadería de Los Mellizos de Málaga. Esta fue su apuesta particular, le llega cada martes y viernes y les llena el local.

Lo más demandado es el pescado frito. Los boquerones al limón, el «vitoriano», el adobo para la rosada, pero un adobo que no se hace en Córdoba, el malagueño, y luego la clásica sardina de Málaga cuando es su tiempo. También pescados para poner a la sal como la lubina o la dorada. Y por otra parte, marisco de concha como coquinas, navajas, incluso gamba roja y blanca. La Cávea se trae a Córdoba un pedacito de mar.

Casa Santos(Calle Magistral González Francés, 3). Por 2,50€ vale la pena probar la tortilla más famosa de Córdoba, con sus quince centímetros de altura, veinte huevos y cinco kilos de patatas. Comérsela al pie del muro este de la Mezquita-Catedral con una cerveza bien fresquita es ya tradición.

Además esta taberna, fundada en 1966, sirve clásicos de la cocina cordobesa como el salmorejo, la ensaladilla o los boquerones en vinagre. También se pueden degustar tapas calientes como la carne con tomate o la carrillada en salsa.

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