Restaurantes que abren en verano en Córdoba

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Cuando llega el verano y más concretamente los meses de julio y agosto es muy frecuente ver el cartel de “cerrado por vacaciones”. En este tiempo todos quieren salir, hacer planes diferentes y conocer lugares nuevos pero antes de todo eso hay que asegurarse de que sigue abierto en época estival. Restaurantes como Noor, La Cuchara de San Lorenzo o La Lonja en Córdoba han cerrado sus puertas por descanso del personal y preparación para la nueva temporada. Otros, conjugando turnos, se mantienen abiertos.

Y es que a pesar del caluroso verano cordobés, del que muchas familias locales huyen, otras se quedan junto a los turistas que llegan para conocer las ciudad. Para aprovechar estos días con un homenaje gastronómico, probar nuevas cartas o simplemente pasar una cena agradable, en GURMÉ hacemos una lista con los restaurantes que abren en verano.

Y damos una pista: casi todos están en la Ribera.

Garum 2.1 Bistronómic Tapas Bar

Un sitio para paladares exigentes con una propuesta innovadora. Todo lo que se prepara en en Garum 2.1 se vende en formato tapa y, en total, hay más de veinte referencias por temporada. Dispone de dos menús degustación, uno más escueto llamado «Co-medido» y otro más espléndido llamado «Co-milón» También tienen menús de mediodía a diario.

Destacan las manitas de cerdo, el pulpo con oreja ahumada y el salmorejo amontillado. Según nuestros críticos, “cocina de alto nivel, bien concebida y mejor desarrollada” que además da la posibilidad de disfrutar de su azotea con vistas en las noches de verano.

Calle San Fernando, 120

Horno San Luis

En el Grupo Sojo mantienen sus locales abiertos en verano aunque con horario especial. El Horno San Luis además ha presentado recientemente una carta con novedades que ya están disponibles para probar. Este establecimiento, una de las panaderías más antiguas de Córdoba, se ha convertido en un local de moda, un espacio completo en el que poder tomar una cerveza, saborear una buena comida o tomar una copa, con opción de disfrutar de una de las terrazas más espectaculares de la ciudad.

En palabras de nuestros críticos, destaca la ensalada de langostinos o, en temporada, la ensalada de tomate con atún templado y cebolla roja. Las carnes también son de primera calidad, entre las que sobresalen la carrillera de buey glaseada y la chuleta de vaca vieja madurada.

Calle Cardenal González, 73

Fusión by Sojo

Dentro del grupo Sojo, Fusión es el buque insignia y destaca por su lugar privilegiado a la orilla del Guadalquivir, por su cocina y por su decoración: sofisticada en el interior y llena de vegetación para saborear la noche. En mesa sirven cocina de mercado de base tradicional con toques de innovación y precisamente acaban de estrenar carta.

De lo que habíamos probado hasta ahora, las croquetas de pucheron son su clásico, y el risotto de ibérico. También los huevos camperos con trufa y caviar son un “imperdible”, recomendable la caballa a la llama con wok de verduras y la presa ibérica con patatas. Y como buena opción de postres podría ser su tabla de quesos.

Calle Enrique Romero de Torres, s/n

Taberna La Montillana

Si nos encontramos por el centro de Córdoba y buscamos un sitio para comer, la Taberna La Montillana tiene sus puertas abiertas. Y además hace sugerencias de platos ligeros y frescos para sobrellevar el verano cordobés. Conocemos sus tapas, como la ensaladilla de gambas, el cochifrito, las berenjenas con miel o el cochifrito, pero nos podemos dejar sorprender por su calabacín a la parrilla con queso brie y si lo encontramos en sugerencias, el muslo de pato a baja temperatura.

Su local es muy agradable, con un patio cubierto que proporciona luz a la zona de comidas. Y además cuenta con tres plantas, las dos últimas para atención más reservada y la baja con barra y mesas, sin olvidar la terraza en la Plaza de San Miguel, sólo disponible cuando el sol se va.

Calle San Álvaro, 5

La Tinaja

Su terraza en alto al final de la ribera es uno de los principales atractivos de La Tinaja. Un establecimiento en el que degustar cocina de temporada, condicionada a la oferta del mercado, y señalada por el toque de su chef que llama a la innovación y la vanguardia, cuidando mucho la presentación del producto.

La carta es muy variopinta y amplia, con referencias para todos los gustos, destacando un pequeño apartado para los platos clásicos cordobeses: salmorejo, rabo de toro, flamenquín. Pero lo que es un auténtico reclamo con las tinajitas bravas, unas patatas particulares que ya son su seña de identidad. Raviolis de calabacín y cecina con crema de idiazábal o los chirriones braseados también son opciones recomendables para disfrutar la velada.

Paseo de la Ribera, 12

La Siesta

La Siesta abrió su primer local en la ribera y ahora cuenta con tres. Tanto el que está próximo a la plaza del Potro como el de María la Judía permanecen abiertos en verano. Su propuesta es la del buen tapeo, haciendo un homenaje en su carta a la cocina tradicional cordobesa. En su barra se pueden probar una selección de tortas y tapas que con unas cañas sacian el apetito de una noche de verano: las croquetas de Pringá o las milhojas de queso de cabra sobre foié están entre los recomendados.

Pero además, en La Siesta están en constante evolución bajo la creencia en la cocina fusión con otras culturas. Tal es así, que incorporan platos internacionales como el brasileño muqueca de Lubina con salsa de coco, cilantro y arroz jazmín. También son muy recomendados sus risottos.

Calle Enrique Romero de Torres, s/n y María la Judía, 6

La Regadera

Un templo gastronómico de Córdoba. Cuando hablamos de La Regadera se viene a la mente la cocina fresca, tradicional y con el sello del joven chef Adrián Caballero. Para nuestros críticos, este es un lujo asequible en la ribera, donde se puede disfrutar de una comida o cena contundente o unos vinos bien acompañados.

Su carta es un recorrido a lo largo y ancho de la geografía mundial. Un clásico de la casa son las croquetas de jamón ibérico de bellota con mahonesa de ajos confitados y cebollino. Para los carnívoros, pierna de cordero lechal en su jugo y si preferimos pescado, nos deleitarán con el tartar de atún rojo y aguacate aliñado con aceite de sésamo, ponzu y emulsión de wasabi (en homenaje a Japón). Aunque si preferimos sabores de la tierra, tenemos el rabo de toro deshuesado, su jugo concentrado y mousse caliente de patata.

Ronda de Isasa, 10

La Boca

La Boca es un lugar acogedor y ecléctico en el que se practica la fusión creativa de recetas orientales y españolas. El local es moderno, con suelos de mosaico y desde la entrada da la sensación de ser diferente. De lunes a viernes ofrece a mediodía un menú vegetariano que cada día cambia y gira entorno a una temática.

Es imprescindible probar sus callos de bacalao con parmentier, las gyozas rellenas de verduras y alga wakame, el curry con guisantes y tirabeques y las judías con patata y crema chantilly, entre otras muchas delicias.

Calle San Fernando, 37

La Taberna del Río

Será porque la zona es muy concurrida y porque la brisa del río, si es que la hay, es muy agradable, pero en la zona de la ribera encontramos muchos establecimientos que permanecen abiertos en verano. La Taberna del Río se suma a la lista ya mencionada, con incorporaciones en su carta de las que hablaremos más adelante.

Los chefs de sus fogones trabajan un giro en la carta del local y por ejemplo en estos días de calor sugieren sus ensaladas frescas, como la de papaya o de espinacas, u Ewok de pollo braseado o el sashimi de atún rojo. Además, su espectacular terraza con vistas al río y al puente romano es la gran demanda para las noches de verano.

Calle Enrique Romero de Torres, s/n

La Bodeguilla

Cambiamos completamente de zona y nos trasladamos a Ciudad Jardín. Este ha sido el barrio que ha visto la particular historia de La Bodeguilla: de ser un despacho de vinos a convertirse en dos negocios, uno dedicado al marisco y el otro a la cocina popular con raíces montillanas.

Su carta es la unión de esos dos conceptos. Encontramos muy buenas gambas rojas de Almería, excelente ensaladilla, que según nuestros críticos “presenta las patatas en su punto exacto de cocción, que no se presenta machacada y se acompaña de zanahorias y un excelente bonito, coronada por aceituna y pimiento morrón con cantidad justa de mayonesa”. Plato recomendado junto a otro imprescindible, su pisto, con un “buen punto de la fritura de la verdura, con ausencia de ese aceite que a veces impregna este tipo de preparación, arropada por una buena salsa de tomate”.

Calle Maestro Priego López, 12

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