Oloroso Delgado 1874: Recuerdo a su origen

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Fue éste un año importante en el mundo enológico, ya que en 1874 nació el brandy (fundador) y en nuestra zona inició su andadura Bodegas Delgado, situada en Puente Genil. Don Antonio Delgado Gálvez y su esposa, doña Ana María Estrada Pérez, adquirieron una partida de botas de roble americano en el actual pueblo de Moriles, entonces llamado Aldea de Zapateros. Hoy en su cuarta generación han querido tener siempre presente esa fecha y por ello lanzaron una gama especial de la que catamos hoy el oloroso. Cuando vemos un año en la etiqueta de vinos generosos no suele ser el año de la cosecha (hay excepciones), sino una fecha que la propiedad quiere conmemorar. Con el sistema de crianza dinámico mediante criaderas y soleras, hay una mezcla de añadas, y si hacemos cuentas, algún mínimo porcentaje de vino corresponderá a aquella primera vendimia en que se inició la actividad la bodega, pero combinado con los vinos de añadas sucesivas hasta llegar a nuestros días, es por ello que en vinos generosos se suele hablar de «edad media».

Oloroso 1874 tiene una edad media superior a 50 años, y en este periodo ha experimentado crianza oxidativa, ya que el contenido alcohólico de los vinos recién elaborados se aumenta añadiendo más alcohol, lo que se conoce como «encabezar», con la finalidad de que nunca aparezca velo de flor, levaduras, y sea el oxigeno quien trasforme el vino inicial. Solo necesita tiempo. Las botas se llenan a «toca dedo»; llenas completamente.

En fase visual es limpio, brillante, de color ámbar oscuro, y ribetes cobrizos. Muy parecido al color de un amontillado pero con ausencia de verdosos. En fase olfativa es de intensidad alta con una primera sensación de maderas nobles, vainilla, y con muchos matices de frutos secos muy tostados, nueces, avellanas, toffee, un alcohol que aporta vigor pero que a sus 19,5 grados no molesta. Se aprecia su vejez en los aromas de ciruela pasa, dátiles, sin ser un vino dulce, solo el oxígeno es el responsable de variar los aromas de la uva pedro ximenez fresca con la que se elabora. En boca es de entrada menos seca de lo esperado, potente y aterciopelado a la vez. No llena la boca en demasía pero sí que persiste gustativamente su vigorosidad astringente y su buen amargor. En retronasal es muy largo. Todo ello lo hace muy apropiado para esta temporada de frío, ya que “resucita el alma”, y combina con las setas o productos difíciles como alcachofas, endivias, por no decir un rabo de toro y por qué no, en contraste con chocolate.

Valoración:

Presentación: 7

Aroma:7

Sabor/Armonía: 8

Dónde comprar en Córdoba…

https://tienda.bodegasdelgado.com/

Precio en tienda: 39 euros (75 cl)

Ver los comentarios