¿Crisis? Olvídate con estos siete establecimientos con tapas anticrisis

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

A pocos días de que muchos españoles «hagan puente», los hay que volverán con el bolsillo vacío y los que no tengan más remedio que quedarse en casa por falta de poder adquisitivo. Eso sí, seguramente todos ellos vayan a algún establecimiento de restauración en estos días. Y es que España es un país de bares (y de establecimientos hosteleros en general). Y no, no lo decimos nosotros. Nos lo confirma José Luis Camarero, gerente de la Asociación Empresarial de Hostelería de Sevilla. Él apunta que el número de establecimientos de hostelería en nuestro país supera ya los 277.000. Eso significa que «hay aproximadamente un bar por cada 175 personas».

Si miramos hacia Sevilla, en la capital hay alrededor de 4.500 establecimientos hosteleros (bares, restaurantes, cafeterías y restauración social), a los que habría que sumar unos 4.000 en el resto de la provincia.

Si estos establecimientos están es, precisamente, porque no faltan clientes. De hecho, como señala el gerente de la Asociación Empresarial de Hostelería de Sevilla, «desde 2014 se está observando un incremento de la facturación motivado tanto por el aumento de clientes como por el incremento del ticket medio».

Las tapas anticrisis tienen su sentido

De hecho, explica José Luis Camarero, «en 2015 cada hogar destinó 2.548 euros al epígrafe hoteles, restaurantes y bares, lo que supuso un 9,1% más que en 2014». A pesar de ser una tendencia que se consolidará al cierre de este 2016, está todavía lejos de los parámetros de gasto previos al inicio de la crisis económica.

A pesar de ello, comer en Sevilla es relativamente asequible. Que se lo pregunten a los 3,5 millones de turistas que llegaron a nuestra ciudad el pasado año. Del mismo modo, han surgido nuevas propuestas de bares low cost o bares con precios asequibles a partir del entorno en el que vivimos.

Es un fenómeno, según afirma José Luis Camarero, que «surgió fundamentalmente con la llegada de la crisis. Es una oferta consolidada que tiene su espacio dentro de la oferta hostelera de la ciudad, compatible y complementaria con la oferta tradicional. Será la ley de la oferta y la demanda la que en cada momento vaya fijando su dimensión, su público, etc». Ahora bien, ¿qué bares y restaurantes destacan por sus propuestas «anticrisis»?

La Gitana Loca, la nueva revolución anticrisis

Interior del local de La Gitana Loca en Los Bermejales

Se trata de una de las cadenas que más están revolucionando la gastronomía española, sobre todo en cuanto a precios se refieren. Nacen en 2013, en plena crisis, como nos apunta Alberto Martínez, director de la empresa. A fecha de hoy ya cuentan con 10 locales en Sevilla, y 5 más fuera de nuestra ciudad: dos en Córdoba, y otros tantos en Badajoz, Madrid y Logroño.

La idea surge tras detectar una necesidad de ahorro, que solo es posible descubrir saliendo a la calle: «Pensamos en un concepto muy barato, quitando el servicio a mesas de los camareros y con prepago para ahorrar costes. Y con una decoración alegre que nos anime en ese momento gris de la crisis». Así surge La Gitana Loca.

Definen esta idea de negocio como «una cervecería con tapas», en la que el producto estrella es la cerveza, a 0,50 €. Del mismo modo cuentan con tapas frías, calientes y montaditos. Y apostillan: «Todo con un tono muy andaluz», que va desde las espinacas con garbanzos, a la carrillada, la tortilla de camarones o las albóndigas de chocos y gambas, entre otros.

Carrillada ibérica

Las tapas van de 1 a 2,5 euros. Solo algunas tapas, como el superflamenquin, superan este precio, alcanzando los 3,50 euros. También cuentan con menús, aunque no todos los locales lo tienen. Los que sí, el cliente tiene a su disposición por 5,50 euros un primer plato (entre cinco a elegir), un segundo plato, pan y bebida. Y por 0,50€ más, también café.

Por 6 euros se puede comer. De ahí a que el precio sea tan importante, como afirma Alberto Martínez, director de la empresa. De hecho está «muy por debajo de la media de otros bares». ¿La razón?

Cuenta que «salir a comer tiene que ser algo apto para todos los bolsillos. Cuando se da un servicio en mesas, con camareros profesionales, hay que pagarlo. Y a mucha gente no le importa tener que pedir en barra y llevarse la bebida y la comida a la mesa sobre todo si es precio es muy barato. El ahorro está ahí, no en bajar la calidad».

Pollo gratinado con salsa de queso

En ningún caso sacrifican calidad, pues como señala Martínez, «si se quiere fidelizar a la clientela, nunca se puede hacer a costa de bajar calidad. El negocio está en vender mucho y por tanto tener capacidad de negociación con los proveedores».

En relación al ambiente, el director de La Gitana Loca comenta que «a nuestros establecimientos va todo tipo de gente, pero especialmente los jóvenes, ya que les gusta salir mucho y son muy sensibles al precio. Pero es común encontrar familias enteras comiendo».

De todas las propuestas que podemos encontrar en la carta, hay dos que destacan y que no podemos dejar de probar. De un lado la carrillada ibérica, y de otro lado, el pollo gratinado con salsa de queso. «Unos platos exquisitos», señala.

El Ambigú, la tradición en la Calle Feria

Interior de El Ambigú

En la Calle Feria, después de ser una abacería, nace El Ambigú, de la mano de dos amigos que llevaban toda la vida dedicada a la hostelería. «Decidimos transformarlo en algo más adecuado al público de esta zona, introduciendo una cocina creativa pero con platos tradicionales», afirma Ceferino Cabanilla, representante legal de la empresa.

Allí se puede encontrar un lugar donde la especialidad está en la cola de toro, «que es uno de nuestros guisos más representativos, al igual que las espinacas a la sevillana, el menudo con garbanzos, así como el magret de pato al oloroso con crema de castañas», entre otros.

Arroz basmati con alioli, gambas y aceite de setas

Eso sí, si tuviera que decantarse por una propuesta de dos tapas, ésta sería una de arroz basmati con alioli, gambas y aceite de setas, y otra compuesta de carpaccio de gambas al ajillo. Pero ¿y si hablamos de precios? Ceferino Cabanilla confirma que «es importante siempre. Y nosotros intentamos conciliar precio, cantidad y calidad. De hecho, calidad y precio no están reñidos».

Y para muestra el precio medio de sus tapas, que están entre el 1,90 a los 3,80 euros. Pero no todo queda ahí, pues disponen también de platos, media raciones y raciones. «Las media raciones equivalen a dos tapas y las raciones a tres tapas», señala Cabanilla.

Carpaccio de gambas al ajillo

También disponen, como no, de menús del día de lunes a viernes. Está compuesto por dos primeros platos y dos segundos platos a elegir, pan, bebida, postre o café. Y su precio también es «anticrisis», pues es de 7,50 euros.

Si bien disponen de una carta fija, con los platos más tradicionales, también cuentan con una pizarra con platos más elaborados y con un punto de cocina creativa. «Esto se va cambiando según la demanda. En total tenemos alrededor de unos 90 platos diferentes», señala. Por lo que a variedad, posiblemente, nadie les supere.

En la Espero te esquina, el bar que huele a Semana Santa

Interior de En la espero te esquina

Para los que vayan por primera vez a este establecimiento, es probable que les sea complicado encontrarlo. Básicamente porque las intrincadas calles del centro hacen complicada su localización, pero la búsqueda merecerá la pena.

Muy cerca de la Cuesta del Rosario, en la Calle Corral del Rey número 10, se funda este establecimiento, que juega con el orden de las palabras, del que era aficionado su dueño. Hoy, su sobrino, Pedro Anaya, ha tomado las riendas del mismo, y ha convertido este lugar en todo un emblema del buen comer sevillano.

Reconocen, eso sí, que no cuentan con una especialidad claramente destacada, pero sí es importante, señala su dueño, que «todas las salsas que tenemos son caseras, al igual que muchas de las tapas de cocina».

Mantecao al whisky con patatas

A pesar de que no se identifica una especialidad, sí que reconocen que existen tapas especiales, ya sea por historia o por la demanda. «Si tuviese que destacar una tapa por historia sería el Emparedado de Esquina, que fue la primera tapa con la que se abrió el bar, y a día de hoy podemos decir que tiene casi el mismo sabor que entonces. Por demanda destacaría el mantecao el whisky, que casi todo el mundo pide, o el flamenquín casero a la brava», afirma Anaya.

Si bien es cierto que sus paredes están cubiertas con cuadros de imágenes de Semana Santa, el público que viene hasta La Espero te esquina es de lo más variado. «No solo amantes de la Semana Santa, sino también clientes procedentes de ambientes más alternativos».

Flamenquín casero a la brava

El precio medio de la tapa va desde los 2’50 a 3 euros. Y platos como el «mantecao» o flamenquín rondan los 4 a 5 euros. Igualmente están las medias raciones y las raciones que tienen unos precios muy dispares.

Amaya reconoce que por supuesto que el precio es importante: «deseamos que nuestros precios estén al alcance de todos los bolsillos». De hecho, «día tras día intentamos mejorar la relación calidad-precio, probando nuevos productos para mejorar las tapas sin que eso suponga tener que pagar más», añade.

La Andaluza Low Cost, comida elaborada andaluza a buen precio

Exterior de La Andaluza Low Cost

Es otra de las cadenas que busca ofrecer comida elaborada andaluza en formato de tapas y platos a precios asequibles y en un ambiente familiar y acogedor. Así lo relata José Manuel Espinosa, director general del Grupo La Andaluza: «Toda nuestra oferta gira en torno a la cultura gastronómica española, y por eso mismo los locales tienen una decoración costumbrista, pero con un toque muy actual».

Si se habla de especialidades ofrecen una amplia gama de carnes, pescados, y verduras. «Tenemos sugerencias para todos los gustos, pero los productos estrella son la carne de buey wagyu (kobe) y el pescaíto frito traído directo de la Bahía de Cádiz», señala Espinosa.

Ortiguillas

Eso sí, si tiene que hacer una propuesta de tapas que no podemos dejar de probar, el director general del Grupo La Andaluza propone, de un lado las ortiguillas: «Podemos ofrecer este producto tan delicado gracias a que tenemos un buen contacto directo de la Bahía de Cádiz. Es uno de nuestros productos más exclusivos. Su sabor a mar tiene auténticos adeptos».

Otra tapa estrella es el revuelto de morcilla de kobe (wagyu) con Pedro Ximénez. «Es un plato muy demandado donde combinamos una materia prima excelente, como es la morcilla de kobe elaborada al estilo de Burgos, con uno de los vinos más populares de nuestra tierra. El toque de suavidad se lo dan los huevos».

Revuelto de morcilla de kobe (wagyu) con Pedro Ximénez

En general, según cuenta su director, tienen un producto que se adapta a todos los bolsillos. De hecho, el precio medio de la tapa es 2,75 euros . Además, cuentan con ofertas muy agresivas, como es la de «La hora del aperitivo», que es que te regalan «una caña por cada tapa que pidas de 12:00 a 13:00 horas», apostilla Espinosa.

Sin duda para La Andaluza Low Cost, como su propio nombre indica, el precio es importante. «Es por eso que lo ajustamos para poder ofrecer una carta completa y sugerente con una relación calidad/precio sin competencia».

Además su director afirma que «tenemos la ventaja de la compra en grupo y es por eso que podemos comprar productos de muy alta calidad a precios reducidos, de modo que podemos ofertar unos precios de venta muy asequibles y que, aún así, nos dejan un buen margen de beneficios».

Familias, parejas jóvenes, grupos de amigos, compañeros de trabajo, entre otros, es el perfil de este tipo de establecimientos. Hay que tener en cuenta que, además, abren para servir desayunos, almuerzos y cenas, incluso ofrecen copas. Es por eso, señala Espinosa, «que podemos abarcar todos los perfiles de clientes que vengan por ocio, o por reuniones profesionales».

Mesón del Serranito, el primer restaurante de comida rápida de Sevilla

José Luis Cabeza, gerente de Mesones El Serranito

Debemos remontarnos a los años 70 para conocer los orígenes del serranito (producto), que dio nombre a la cadena de restaurantes. Fue con los bares «Échate pa’ ya». A partir de entonces, José Luis Cabeza, gerente de la famosa cadena, patentó el término «serranito» y la marca comercial, que actualmente conserva: «Ya existían los serranitos, no soy yo el creador ni mucho menos, pero el nombre comercial lo acabé por patentar, así como la tapa con sus condimentos».

Espinacas con garbanzos

«No vengo de la hostelería, por lo que la carta se confeccionó originalmente como una salida para comida rápida de la época, antes de que llegaran las grandes cadenas. Fuimos entonces el punto de encuentro de la juventud de la época. Sin embargo, evolucionamos en la carta, hasta llegar a ser un restaurante, sin olvidar nuestros orígenes», señala Cabeza.

Cola de toro

Bien es cierto que el «producto estrella» es el serranito de cerdo. Pero no solo ese bocadillo tan típico sevillano se encuentra en la carta. De entre todas las propuestas, todas ellas económicas, hay dos que destacan y que invitan a probar: la cola de toro, por 3 euros la tapa, y espinacas con garbanzos, por 2,70 euros.

El Antojo, como en casa a un precio más que asequible

Nace en la Calle Calatrava, 44 con el fin de crear un sitio acogedor, alegre e informal donde la gente pueda sentirse como en casa. Es por ello por lo que sus propietarios, Ernesto Malasaña y Pedro Rodríguez, afirman que «tenemos una decoración muy cálida, con espacios a distintas alturas y también contamos con terraza».

Igualmente, cuentan, es un lugar «inspirador», en cuanto que «el éxito de este bar animó al equipo a seguir creciendo para dar paso a otros bares que conservaran la misma línea estética, pero con variaciones específicas de cada cocina».

Carbón de bacalao

El cliente es el centro fundamental del establecimiento. Según afirman sus propietarios, «la filosofía del equipo es hacer sentir al cliente como en casa. Por ello se trabaja por ofrecer una gran atención, cercana pero respetuosa, en la que el cliente no se tenga que preocupar por ningún detalle». Es un bar familiar donde se acuerdan de los clientes celíacos y con intolerancia a la lactosa, gracias a que tienen una carta especialmente diseñada para ellos.

Si miramos a la parte gastronómica del lugar, la especialidad son las tapas (o platos) elaborados con creatividad, innovadores pero con sabores tradicionales propios no solo de Andalucía, sino también de otros lugares del mundo. Encuentran así un punto medio entre la novedad y la tradición.

En la carta se pueden encontrar productos de temporada, pescados, mariscos, carnes, entre otros. «Lo nuestro es la versatilidad, pues puedes conseguir un salmorejo cordobés o un ceviche en la misma mesa», señalan.

Huevo con cáscara

De toda la carta, si tuvieran que quedarse con dos propuestas, éstas serían el huevo con cáscara de un lado y el carbón de bacalao. En cualquier caso, cualquier opción es válida, pues el precio medio de las tapas ronda los 3,50 euros.

No dudan en afirmar que la calidad y el precio no están reñidos: «Desde nuestros inicios hemos apostado por llevar a la mesa de nuestros clientes una cocina elaborada y de calidad a precios accesibles. Es por esto que muchas personas aún quedan sorprendidas con el precio final tras degustar las tapas de nuestra carta», apostillan.

Perro Chiko, el bar reconvertido al tapeo

En sus inicios, hace ahora un año, fue concebido como bar para desayunos y copas. Sin embargo, en este 2016 y debido a la cantidad de peticiones por parte de sus clientes, evolucionaron y decidieron incorporar una carta de tapas y platos.

Wok de choco en su tinta

Todo dirigido a un público muy familiar, en un lugar que, según cuentan desde el establecimiento, reciben incluso a las mascotas: «La disponibilidad de una amplia terraza hace de nuestro bar un sitio ideal para toda la familia, animales incluidos».

Esta nueva propuesta gastronómica, variada, novedosa y con carácter, en realidad, sigue la misma línea de todos sus bares, como Perro Viejo, que es sin duda uno de los lugares de moda. Por tanto sigue la estela de la innovación, la tradición y la calidad a buen precio.

Cuentan con una propuesta muy versátil, en la que las tapas son su especialidad, y que «solo se pueden conseguir en nuestra carta», apuntan desde el establecimiento. «Ese es nuestro principal atractivo, las texturas y la fusión de sabores que nos distingue».

Arroz meloso de pato

De cualquier modo, para los indecisos, recomiendan no irse sin probar el arroz meloso con pato y el wok de choco en su tinta. Asimismo, no se conforman con ofrecer un buen servicio gastronómico, pues siguen ofreciendo desayunos, copas y cócteles como en sus orígenes.

Como en Perro viejo, en Perro Chiko conservan la misma línea de calidad, creatividad y buen precio. Señalan desde el establecimiento que «somos de la opinión que para comer bien no necesariamente hay que pagar altos precios. Es por ello que intentamos sorprender a nuestros clientes con tapas a tres euros con el sabor, la elaboración y la calidad de una que probablemente pueda valer más dinero».

Ver los comentarios