Así es el tapeo imprescindible de Bami

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Qué seguro se siente uno andando por las calles de un barrio que salva vidas. Qué seguro se está entre el Virgen del Rocío y el Sagrado Corazón. Para los hipocondriacos, este rincón al sur de Sevilla debe ser el paraíso terrenal.

Aunque sus vías tengan, en su mayoría, nombres de castillos, Bami se ha caracterizado siempre por ser un distrito luchador, que se reivindica y que batalla con quien sea por su gente. Como diría Bertolt Brecht, “los más fuertes de todos, luchan toda su vida, esos son los indispensables”.

Bami, situado en lo que antiguamente era conocido como la Dehesa de los cuarenta, debe su nombre al Banco Mercantil Industrial. Comenzó a fraguarse en los años cincuenta, de la mano del hospital y como residencia de médicos y personal sanitario, y concluyendo en la década de los noventa con la nueva estructura urbanística de la Expo 92’.

La barriada, queda dividida en dos zonas: la zona de Tabladilla que se remonta a Fernando III y la de Guadaira nacidas de los dominios del Cortijo Pineda.

Las lecciones de historia, dan hambre por tanto, hay que centrarse en lo importante. Todos sus habitantes intentan hacer del barrio su casa, y han conseguido que el transcurrir por sus aceras sea sinónimo de cerveza y tapa.

Existen rincones culinarios que no dejarán indiferente a nadie. Rincones, que son cantos de sirenas para sus paladares. Rincones que recordarán a las comidas de la abuela y el calor de su mesa camilla.

En este lugar de doctores y facultativos, recuerdo una frase de Hipócrates que viene como anillo al dedo, mejor que “la comida sea tu alimento y el alimento tu medicina”.

La Collera

Procedente de la calle Padre García Tejero, bendecido por San Antonio María Claret y de la estirpe de la mítica Bar La Collera.

El nombre, procede de alguna finca perdida de Andalucía que Curro Ruíz a la cabeza, junto con Andrés Huertas y Sergio Vallejo, decidieron acuñar para esta esquina de la calle Rafael Salgado.

Llámenlo, azar o intuición, pero dicho título, les ha hecho ser uno de los puntos de referencia gastronómicos del corazón de Bami desde que abriera sus puertas en Agosto del 2011.

Veladores con microclima de La Collera | Foto: Fran Moreno

El local, recientemente renovado de manera integral, alberga una terraza óptima tanto para los días de frío como de calor, gracias como diría Curro, “a sus chorritos. Aunque dicho como hay que decirlo, gracias al microclima. Vamos a hablar con propiedad”.

En su interior, encontrarán una escueta barra perfecta para esas tertulias entre amigos que tanto gustan y más al fondo, un pequeño salón con mesas altas donde seguir debatiendo si la cosa se alarga entre Estrellas de Galicia y tapas Gourmet.

Zona de barra reformada | Foto: Fran Moreno

La clientela, suele ser la de toda la vida. Aquí, como diría Sir Francis Bacon, “la amistad duplica las alegrías” y este trio de profesionales, hará que te sientas como en casa. También, llegan desde otros rincones de la ciudad para disfrutar de una gastronomía de quilates, y unas degustaciones de jamón, los viernes y sábados, de Record Guiness.

Degustación de jamón los Viernes y Sábados | Foto: Fran Moreno

La carta, queda dividida en tapas y platos de carácter innovador, en ella encontrarán creaciones como el queso artesano relleno de jamón, bacalao confitado con crema de la serena, tiritas de lomo de cerdo con jamón y crema suave de queso, arroz con alioli o unas supremas de pollo al Málaga virgen.

Antes de enfilar la vuelta a sus hogares, no olviden probar el tiramisú, los profiteroles o el mousse de chocolate casero.

Dirección: Calle Rafael Salgado, 23, 41013 Sevilla

Teléfono: 615 698 081

Bar El Cañizo

Como dijo en su día Anthony Brandt, “otras cosas pueden cambiarnos, pero siempre partimos y terminamos con familia”.

Un ejemplo claro de esto, es el Bar El Cañizo que va a cumplir treinta y siete años al servicio de esta gran barriada.

Aunque las lenguas más antiguas hablan de que ya esto era bar hace otras cuantas décadas y que servía de desasosiego de americanos destinados en el hangar de aviación de Sevilla, la verdad es que, desde que en un febrero de los ochenta, lo cogiera el matrimonio conformado por Juan y Antonia, este establecimiento se ha erigido como parada obligatoria de los viandantes de la calle Rafael Salgado.

Exterior del Bar El Cañizo | Foto: Fran Moreno

En la actualidad, son los hijos de este enlace amoroso –Mari luz y Pedro– los que llevan las riendas del negocio, agasajando a sus clientes con productos de primera elaborados de forma casera y muy tradicional.

El establecimiento, saluda a los clientes con una agradable zona de velador para luego sorprender con una amplia barra de granito que desemboca en un comedor con mesas de madera, mantelería a cuadros y revestido con azulejos andaluces.

Comedor interior | Foto: Fran Moreno

La carta, propone un amplio abanico de tapas, medias y raciones, aunque Pedro comenta que “A la gente ahora le da más por la tapa”. Una pena, porque todo lo hacen las manos de Mari Luz, que al mando de los fogones, hace auténticas virguerías.

Sin olvidar que también dan unos desayunos que animan a todo el Virgen del Rocío, podrán degustar guisos de toda la vida como los garbanzos con menudo o espinacas, montaditos como el de pringá o creaciones más elaboradas como los canelones de cola de toro y el lingote de atún con salmorejo de remolacha.

Selección de tapas | Foto: Fran Moreno

Para los dulceros qué mejor manera que terminar con una tarta de tres chocolates, bizcocho de naranja, tarta de moka o un arroz con leche.

Aunque suene simple, ya lo dijo Voltaire, “la mejor manera para hacer que la gente hable bien de ti, es hacerlo bien”.

Y en El Cañizo, lo hacen de maravilla.

Dirección: Calle Rafael Salgado, 24-26, 41013 Sevilla

Teléfono: 954 625 008

Sabores

Una de las últimas propuestas gastronómicas en desembarcar en Bami es el Restaurante Sabores.

Inaugurado en Febrero de 2016, propone a sus clientes una cocina innovadora, de la que carecía anteriormente el barrio, de la mano de Ángel Ojeda, un experimentado chef cuyas nuevas ideas y forma de trabajar, no dejarán indiferente a ningún viandante de la calle Castillo de Alcalá de Guadaira.

Exterior de Sabores | Foto: Fran Moreno

El local, se encuentra situado en los aledaños de un bloque de pisos, que utiliza para replegar dos pares de veladores y unas cuantas mesas altas para que los comensales disfruten de una velada culinaria diferente. El interior, consta de una barra, donde se pueden apreciar majestuosas creaciones de Ángel, a modo de vitrina, siete mesas bajas y un salón con otras tantas para comidas más distendidas.

La clientela, entre semana, suele ser de ámbito sanitario y empresarial, debido a la cercanía del Virgen del Rocío y numerosas empresas. Los fines de semana, el ambiente cambia y da paso a familias de la zona y otras partes de la capital hispalense.

Mesas interiores de Sabores | Foto: Fran Moreno

Aunque la carta ofrece varias opciones, lo más demandado suelen ser las tapas, de carácter innovador que diseñan entre fogones. Podrán degustar una charanga de verduras frescas, alcachofas con jamón y langostinos, compango, montadito de pulpo asado y cebolla caramelizada, flamenquín casero o unas berenjenas rellenas de queso de cabra.

Para el invierno, que mejor que entrar en calor con unos guisos caseros de garbanzos con langostinos y bacalao o una carrillada ibérica con moscatel de Chiclana.

Alcachofas rellenas | Foto: Fran Moreno

Para finalizar, de forma casera, llevan a cabo postres tales como tarta sabores, leche frita, brownie de chocolate blanco y tocino de cielo.

Haciendo un mejunje de frases literarias, “lo que crees depende de los que has visto”, pero Sabores te llevará “donde nunca fuiste”.

Dirección: Calle Castillo de Alcala de Guadaira, 16, 41013 Sevilla

Teléfono: 954 026 238

Mesón Casa Paco

En esto de la gastronomía, las cosas que tienen importancia son aquellas a las que el público se las de. Pues bien, desde Mayo del 96’, el Mesón Casa Paco es uno de los máximos exponentes culinarios en el barrio de Bami.

Es un negocio familiar que Paco padre, ha sabido transmitir a Paco hijo, actual propietario del local y que lleva por bandera aquello que su progenitor le enseñó: el amor por la materia prima de gran calidad acompañada de un trato tradicional y único.

Fachada del Mesón Casa Paco | Foto: Fran Moreno

El Mesón Casa Paco, es restaurante y templo taurino. Al adentrarse en el establecimiento y dejando atrás sus agradables veladores, se embriagarán con el ambiente taurófilo de sus paredes, engalanadas con estampas y carteles de tardes de gloria, una cabeza de astado que mira desafiante y un traje de luces dispuesto a asomar su taleguilla. Además, para principios de Diciembre, llevarán a cabo la apertura de un nuevo salón independiente que ampliará su tendido.

La clientela, ya sea acérrima del capote o no, suele venir tanto de este barrio del distrito sur como de otras zonas de la capital hispalense ya que, la faena que hay aquí entre fogones, hará que merezca la pena el paseíllo hasta la calle Bami número quince.

Ambiente taurino de sus salones | Foto: Fran Moreno

En su carta, proponen una comida convencional, en constante cambio y con toques innovadores. En ella, podrán encontrar manjares como el medallón de solomillo con salsa de setas y naranja, albóndigas de chocos y gambas, lubina con nido de garbanzos de Ubrique y baño de Azafrán, perdices estofadas, langostinos de Sanlúcar, pescaito frito o majestuosas chacinas de Fregenal de la Sierra.

Una de las especialidades de la carta | Foto: Mesón Casa Paco

Todo esto brindado a su público con una Cruzcampo o un gran vino de su bodega.

Cambiando de tercio y antes de salir por la puerta grande, aconsejan probar la tarta de galleta con dulce de leche.

De buenos maestros, nacen grandes toreros y Paco, no solo dejó el legado del nombre a su hijo, sino que también le otorgó el buen hacer de las cosas.

Dirección: Calle Bami, 15, 41013 Sevilla

Teléfono: 954 237 504

Bar Los Palacios

En la pequeña gran barriada de Pedro Salvador, se encuentra, en su pleno corazón, un bar que abre sus puertas, para que los vecinos disfruten de una comida hecha con amor por dos hermanas criadas por un gran hombre.

En estas líneas se habla de Los Palacios, un establecimiento en el que luchó, con uñas y dientes, Domingo Calvo Jiménez, padre de las actuales propietarias-Margari y María del Mar– e íntimo amigo de cada uno de los vecinos del barrio.

Fue tal, la entrega de este señor que, desde que tomara el mando de este negocio allá por el año cincuenta y nueve, no han dejado de peregrinar, día a día, sus allegados parroquianos. Hasta tal punto, que tiene una plaza con su nombre, debido a la admiración que suscitaba entre sus calles.

En la actualidad, sus hijas siguen fieles a los orígenes de esta antigua bodega de vinos, ofreciendo a los clientes las mismas recetas que les reveló su progenitor.

Entrada del Bar Los Palacios | Foto: Fran Moreno

El local, es humilde y sencillo, pero se vuelve enorme con la sonrisa y cercanía de sus dueñas. El blanco inmaculado de sus paredes, adornados con tonalidades de color burdeos, guardan innumerables recuerdos recortados en papel, los cuales contrastan con el imponente mueble bar que preside la barra.

La clientela, es muy heterogénea. Por aquí pasa desde el señor de toda la vida, hasta el ejecutivo buscando sustento o un matrimonio con hijos necesitado de un poco de aire y una gélida Cruzcampo.

Mueble de madera presidiendo la barra | Foto: Fran Moreno

A todos ellos, les aguardan unas cuantas mesas deseosas de ser ocupadas para disfrutar de viandas tales como carne con tomate, flamenquín, contra muslo de pollo con salsa de verduras, cola de toro o con suerte, berenjenas rellenas de gambas. También, en estos días donde el frío arrecia, son muy demandados los guisos de lentejas, menudo, alubias pintas o garbanzos con acelgas.

Tradicional plato de lentejas | Foto: Bar Los Palacios

Aunque es complicado ser más dulce que las jefas, proponen terminar el día con unas natillas, flan, arroz con leche o fruta de la frutería de al lado, que según ellas es un auténtico espectáculo.

Se dice que las pequeñas cosas, como Los Palacios, si se hacen con mucho amor, se convierten en grandes. Pues no, en este caso todo lo que rodea este rinconcito culinario, es enorme.

Dirección: Calle Guadalbullón, 5, 41013 Sevilla

Teléfono: 954 231 913

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