Generaciones de trabajadores de Cabra conocen bien La Betrana . Sobre todo la estirpe de los grandes madrugadores. Allí, durante décadas y décadas se dieron cita desde hortelanos hasta operarios de las fábricas de aceite. Y también cazadores. La Betrana era una de esas tabernas que abría a las cinco de la mañana, ahora se diría que antes de que pusieran las calles. Desayunos, algunas tapas, vino y cerveza se servían en una tasca de toda la vida para un público amplio y fundamentalmente laborioso.
La familia Bonilla se hace con sus riendas en 1973 y va ampliando su oferta pero manteniendo el espíritu del original. El bar tenía la peculiaridad de encontrarse en una antiquísima casa señorial y en el año 2004 llega la transformación. Francisco Bonilla compra la casa y con una reforma colosal la convierte en el hotel Villa María . Primero se puso en marcha La Betrana ya reformada. El hotel estuvo listo en el año 2010.
Con su terraza en el paseo del parque Alcántara Romero y una carta amplia de restaurante tradicional, La Betrana se asienta como un lugar de referencia gastronómica. Su carta se centra en los platos, raciones y tapas de siempre. Entre ellos Bonilla destaca los boquerones en vinagre, que de hecho atrae a multitud de clientes. Desde luego si uno se pasa por La Betrana por vez primera no pueden faltar.

La carta, como decimos, es un canto a la cocina cordobesa y andaluza . Gambas plancha, rebozadas y al ajillo ya desde los entrantes, junto a ibéricos, queso, calamares, plancha y fritos, cazón en adobo, chanquetes, ensaladilla rusa, salmorejo, o flamenquín, ofrecen una idea clara sobre las bases clásicas de la gastronomía del local. Una buena sección de revueltos y ensaladas da paso a los pescados, con sepia, dorada, bacalao a la vizcaína, pez espada o fritura variada. Entre las carnes se pueden destacar el indispensable rabo de toro, carrillada ibérica, entrecot, solomillo de ternera o chuletillas de cordero. Hay también pinchitos y opciones más ligeras como la pechuga de pollo a la plancha o el jamón asado.
Para los amantes de la comida más rápida, La Betrana tiene hamburguesas, sándwiches y bocadillos. También ofrece menús del día, y sigue sirviendo desayunos desde temprano, aunque ya con las calles puestas, a las 7.30 (desde esa hora están hasta el cierre con un descanso parcial el martes solamente).
Historia de la hostelería de Cabra, La Betrana, sigue ahora su trayectoria vinculada a este hotel Villa María que, por cierto, va a contar con una ampliación de sus 12 habitaciones actuales hasta 24.
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