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Taberna La Viuda

Córdoba Actualizado: Guardar
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Paco Rosales ha impregnado a Taberna La Viuda de la profesionalidad de su familia –demostrada con el emblemático Puerta Sevilla y La Posada del Caballo Andaluz- y le ha aportado su pasión y su ansias de creatividad.

En la misma calle de San Basilio, la taberna se acopla perfectamente al barrio del Alcázar Viejo, con el colorido de las flores en las macetas y el canto de los pájaros tras las ventanas. Se trata de un lugar pequeño pero coqueto donde la clientela se siente agusto de inmediato.

En esa tradición se basa la gastronomía con la que juegan en la cocina. De sus fogones salen auténticos sabores cordobeses pero también recetas innovadoras. Es el caso de la lasaña de morcilla o el flamenquín de rabo de toro en su jugo y toque de chocolate Barry.

También lo demuestran las albondiguitas rellenas de champiñón y jamón fritas en harina de palomitas de maíz y reducción de Pedro Ximénez, con un curiosa historia detrás. Fue un crítico gastronómico quien los retó a crear un plato que representara el ocio en Córdoba. Ellos, inspirados por los domingos en el cine, pensaron en palomitas y Coca-cola, con la que estaba hecha la salsa original y que sustituirían más tarde por Pedro Ximénez en un alarde de patriotismo.

Pasión por la gastronomía y los vinos es lo que se vive aquí, y se extiende a la cultura en general. Los jueves ofrecen espectáculos de música en directo y cada día muestran en sus paredes pinturas que representan la primavera cordobesa.

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