Bar Palomo

En el Bar Palomo saben cómo empezar con fuerza el día. Ofrecen al cliente desayunos de todo tipo y el sevillano, que sabe agradecerlo, acude cada mañana flechado a por esa inyección de energía matutina. La mayoría lo ha conocido así, con la tostada y el café. Luego se descubre que hay bar más allá de la mañana.

La tercera generación de Palomos, Paco, ofrece las tapas clásicas, todo casero. Desde la carrillada hasta las croquetas, pasando por pisto, tortilla de patatas o ensaladilla de gambas, entre otros sabores de siempre. Aunque de cuando en cuando incluyen alguna tapa que se sale del esquema como el «flamenquín pizza», que debido a su éxito ya se mantiene en su pizarra.

Además, lo casero también se aplica a los postres. La vitrina suele estar adornada por unas tartas que piden un bocado desde el primer vistazo.

Pero en el bar Palomo saben que lo que los hace famosos es la gran variedad de desayunos y no lo descuidan con el paso del tiempo. Tienen panes de toda clase (centeno, viena, mollete, integral, pan de pueblo…) para rellenar prácticamente de todo. La pizarra de la barra anuncia una interminable lista de condimentos como la manteca colorá, lomo blanco, carne mechada, morcillla, salami o chorizo, entre otros muchos. Por supuesto, entre ellos, la clásica tostada de aceite, tomate y jamón. También se acuerdan de los celiacos, intolerantes a la lactosa y de los amantes de la bollería y los cereales.