El mar es el telón de fondo de Cañabota, en la calle Orfila. La clásica vitrina repleta de pescado fresco va al siguiente nivel porque aquí no es solo una vitrina, es una pescadería entera. El cliente puede comprar el pescado para llevar pero también puede elegir la pieza que quiera para que se lo elaboren al momento y disfrutarlo en el restaurante.
La cocina en directo es uno de sus atractivos. A la plancha, al horno, el marisco al vapor… hay diferentes formas de pedirle aunque la que hace diferente a Cañabota es la parrilla al carbón, más vista para el pescado al norte que por estas tierras. Aún así, aunque el cliente es el que tiene la última palabra, desde el restaurante siempre aconsejan cuál es la forma más apropiada para trabajar el producto.
Por último, para quien quiera una carta al uso,, cuentan siempre con diez platos más elaborados que van cambiando periódicamente según marque el mercado.