La Cañera es ya un clásico de su barrio. Fundado en 1982, en un local enclavado a pocos metros del actual, es reputado por su arte para freír pescado, aunque su apuesta culinaria va mucho más allá.
Se recomienda parar en la amplia terraza, en la barra o bien en el primer salón de este negocio para disfrutar de sus tapas de pescado frito. «Tenemos el boquerón victoriano, boquerón abierto sin espina macerado con limón y frito, calamares fritos o chipirones, entre otros» enumeran. Muchos habituales de La Cañera optan por raciones para compartir: boquerones, salmonetes, acedías, puntillitas, chocos, calamares a la plancha, merluza a la plancha, lubina con gulas y gambas… Hay mucho donde elegir.