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La historia del mesón La Casilla de Santaella es la historia de muchos trabajadores de la hostelería, y que se resume en toda una vida dedicada al trabajo y al servicio a los demás . Antonio Bonet y Constanza Márquez pusieron en marcha este establecimiento el 1 de agosto del año 1997. El próximo año por tanto cumplirán 25 de andadura. Pero esta empezó también en Santaella diez años antes, en el Bar Pepe, negocio familiar de los padres de Antonio. Así que nos vamos a los años 80. Como decíamos toda una vida entre la barra, la terraza y los fogones.
Desde el principio Bonet y Márquez lo tuvieron claro. Querían enfocar el negocio a la comida tradicional, sin moverse un ápice del recetario de toda la vida. Y así lo hicieron teniendo en cuenta también el trasiego de los días entre semana, en la que se movían por el pueblo multitud de trabajadores. Para ellos se diseñaron menús del día pero con muchas opciones, en torno a media docena en el caso de los primeros platos y hasta diez en los segundos. Al margen está el funcionamiento de la carta ordinaria.

En ese caso Bonet destaca a Gurmé el codillo de cerdo al horno, la pierna de cordero, el rabo de toro, la ventresca de atún al horno , «algún pescaíto que ponemos» y que procede de las costas de Huelva o Málaga y el pulpo a la gallega. «En la mayoría de sitios se trabaja con un pulpo congelado y ya cocido, nosotros lo cocemos». Otro punto fuerte de este establecimiento son los guisos. «El día que se prepara una olla…vuela», afirma el responsable del restaurante. «Los clientes de a diario me dicen que como estos guisos ni en su casa». Además de los platos habituales en la carta se le presta una atención especiale a los productos de temporada, sobre todo a aquellos que tienen más tirón para los clientes como pueden ser la alcachofa, las setas o los espárragos.
El lugar cuenta con un salón diáfano de 480 metros cuadrados en el que se pueden hacer celebraciones, otro de los puntos fuertes de la Casilla. También tienen una pequeña terraza de seis mesas.
Y así, desde esta localidad de apenas 6.000 habitantes, la labor constante y cocienzuda ha conseguido hacerse un nombre en la provincia gracias al buen hacer y camino de las «bodas de plata» que tendrán lugar el 1 de agosto de 2022. Será ese un gran momento para celebrar.
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