GUÍA
Dónde comer en la provincia de Córdoba
Recorremos algunos de los municipios del territorio cordobés para descubrir algunos de sus tesoros gastronómicos

Inmersos de lleno en el otoño y con puentes y festivos por delante, sumergirse en las bondades de la provincia se torna aún más apetecible.
La sierra, el rico patrimonio cultural e histórico y los bellísimos parajes de nuestro entorno invitan a cordobeses y visitantes a descubrir los municipios del territorio más allá de la capital, donde la gastronomía también juega un papel fundamental como motivación de viaje.
Hoy hablamos de esos restaurantes y tabernas que llevan su pueblo por bandera seduciendo a locales y extranjeros con propuestas gastronómicas tan irresistibles como su entorno.
Algunos recomendados en la guía Michelin, otros en la Repsol y otros con un bagaje tan nutrido a sus espaldas que se han convertido en toda una institución culinaria.
Estamos convencidos de que nos dejamos muchos por el camino, pero hemos seleccionado diez por los que vale la pena el viaje.
Acompáñanos en esta ruta y disfruta d e un travesía deliciosa por la provincia de Córdoba.
1

Alma Ezequiel Montilla
Empezamos nuestro camino en Puente Genil para recalar en Alma, de Ezquiel Montilla, el restaurante donde confluyen las influencias de las gastronomías francesa y marroquí adquiridas por su cocinero y propietario a lo largo de su trayectoria.
Enclavado en una antigua casa señorial del siglo XX en pleno corazón histórico de Puente Genil, cuenta con un espacioso patio central que ha conservado elementos decorativos originales, como suelos, pinturas o azulejos, y sirve como núcleo del restaurante. Alrededor del patio se han adaptado las diferentes habitaciones, ahora transformadas en espacios con personalidad propia.
Propone una c arta fija que viaja a través de sus sabores (por Europa, por Marruecos y por el cielo), y dos menús degustació n para quien quiera dejarse llevar por su cocina sin tomar más decisiones que «el menú largo» o «el corto».
2

Casa Pedro
Quien viva o haya pasado por Puente Genil conoce seguro el mítico Casa Pedro. Fundado en 1989 por Pedro Lucena, este restaurante de cocina tradicional cordobesa aparece recomendado en la guía Michelin y es el peregrinaje gastronómico de muchos vecinos y visitantes.
Con una filosofía de cocina de mercado, buen producto y dieta mediterránea, su carta la compone un amplísimo surtido de ibéricos, huevos, mariscos y carnes asadas, donde no faltan clásicos como salmorejo o el rabo de toro.
3

Peña flamenca La Soleá
Enclavado en una antigua fábrica de botijos, esta joya culinaria renace de su transformación en la década de los 70, cuando se convirtió en una peña flamenca y restaurante. Aquí, el ambiente típico andaluz se fusiona con la esencia de la comida casera y las apasionantes actuaciones flamencas.
El restaurante recibe a sus comensales con una fachada meticulosamente cuidada y un portalón de entrada de madera antigua que da paso a un interior decorado con motivos flamencos y fotografías de los grandes del cante, como Caracol, Mairena, Chocolate, Meneses, entre otros.
La oferta culinaria aquí es un homenaje a la tradición, con potajes, cocidos, fabes y habichuelas que calientan el alma de quienes los visitan durante el invierno, las carnes ibéricas a la parrilla de carbón, tortilla de espárragos en su temporada, alcachofas con jamón, las migas de Palma o la coliflor con almejas.
4

Kàran Bistró
Damos un salto hasta Pozoblanco para saborear la cocina de Kàran Bistró , el restaurante donde su propietario y cocinero, Carlos Fernández , sienta su entorno a la mesa para ofrecernos el sabor de su paisaje. Y qué paisaje. El de el Valle de los Pedoches, ni más ni menos, con su frondosa dehesa y su cerdo ibérico.
Producto y estacionalidad se dan la mano en su propues ta, que abarca una carta fija, una nutrida selección de sugerencias mensuales con lo mejor que nos regala cada estación y dos menús degustación, el de temporada y el de la dehesa para descubrir su cocina.
Como explican en su web, Kàrán es «un lugar donde no se viene sólo a comer, se viene también a divertirse. Un restaurante intenso, de platos coloridos y elegantes. Un espacio que respira mi manera de ser y de vivir. Un espacio donde caben ilusiones, sueños y respeto . Kàran Bistró es mi pequeña casa de comidas y vinos». Una «pequeña casa de comidas» que ha sido distinguida con un Sol Repsol y salé recomendada en la guía Michelin.
5

Restobar
Sin movernos de Pozoblanco, Restobar también es un todo referente gastronómico en el municipio para alimentar hasta la sonrisa.
Bajo un enfoque desenfadado, Alfredo Dueñas, su propietario y cocinero, ha consolidado una cocina de base tradicional que bebe de otras gastronomías del mundo para ofrecer una propuesta divertida con productos de primera.
«Nos gusta transformar productos de la zona, darle nuestro punto», explicaba hace un tiempo en una entrevista a este medio.
6

Tresculturas
Nuestra ruta por la provincia de Córdoba continúa por Lucena para proponer el restaurante Tresculturas . Con el lema «un nuevo concepto de la cocina de siempre», este restaurante se asienta sobre el contexto histórico y gastronómico de las culturas que convivieron en Córdoba a lo largo de su historia.
Además de ofrecer menús del día y de fin de semana , también cuentan con una carta fija donde encontramos algunos de sus platos icónicos, como las berenjenas sefardíes , revuelto mozárabe o pastela de rabo de toro al estilo sefardí.
La carta es eminentemente tradicional con un buen surtido de pescados, carnes y arroces con un toque creativo.
7

Japanish Tapas
Japón y Córdoba se funden en un beso perfecto en Japanish Tapas, el espacio que gestionan el chef Luis Contreras y su pareja Claudia Zamora en Lucena.
Un concepto moderno y casual de comida fusión donde concluyen el tapeo cordobés y la comida callejera japonesa para crear platos únicos, como gyozas de rabo de toro, «flamenquín roll» de anguila ahumada, «korokkes» (un tipo de croqueta de patata) de jamón y dashi japonés o de chorizo ibérico picante y piparra encurtida, o la tortilla de patatas al estilo «okonomiyaki».
Platos que le han hecho ganarse un Solete Repsol y el premio Gurmé Córdoba al «mejor bar-taberna de la provincia» el pasado otoño.
8

Restaurante-Taberna Los Lagares
Reconocido con el Solete de carretera de la prestigiosa Guía Repsol, este restaurante-taberna es parada obligatoria para disfrutar de un arroz al estilo alicantino en Montilla.
Cuentan con propuestas tradicionales, como el de pollo y verduras, negro con choco y langostinos o arroz a banda, y otros más creativos como el de rabo de toro y alcachofas, o el de puma ibérica y setas. Todos se pueden disfrutar a la carta para dos personas sin necesidad de pedirlo por encargo (aunque también se pueden pedir para llevar).
También o frecen otros platos típicos del territorio, como salmorejo, flamenquín, rabo de toro, huevos rotos o berenjenas con miel, así como una suculenta oferta de carnes y pescados.
9

El Tomate
Nos vamos a Bujalance para recalar en este t emplo del flamenquín que trabaja la receta clásica de toda la vida, la de tripa de lomo ligeramente machacada. Y, aunque este sea su reclamo estrella, no es el único, pues también c elebra la esencia de la cocina tradicional en su conjunto.
Sus raíces se remontan a décadas atrás, cuando comenzó como una modesta taberna y tienda, y todavía conserva ese ambiente auténtico, tanto en su selección de vinos regionales como en su decoración taurina. En resumen, este restaurante es un claro ejemplo de los establecimientos de antaño para comer lo de siempre, pero como nunca.
10

Taberna cuatro caminos
Nuestra ruta concluye en pleno corazón del Valle del Guadalquivi r, a tan sólo 22 km de la capital cordobesa, en Almodóvar del Río.
Coronado por su fortaleza milenaria, este municipio cuenta con un rico patrimonio histórico, artístico, gastronómico y natural, gran parte del cual pertenece al Parque Natural Sierra de Hornachuelos, que ha sido localización de rodajes como Juego de Tronos.
Allí nace este resataurante hace más de 40 años cuando inició su andadura como tienda familiar de ultramarinos. Ahora cuentan con dos restaurantes (La Taberna de Almodóvar y la Taberna Cuatro Caminos) que se caracterizan por unir tradición y vanguardia, con una firme apuesta por la calidad de las materias primas.
Cocina de mercado, productos de temporada y unas afamadas croquetas son el santo y seña de este establecimiento, que ofrece una carta cargada de opciones, como verduras, entrantes fríos y calientes, carnes, pescados y chacinas.
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