5 trucos infalibles para preparar lechuga frita «a la cordobesa»
Revelamos algunos secretos de esta receta típica de Córdoba para que puedas prepararla con éxito y hacer las variaciones qeu consideres para darle un toque extra de sabor

La lechuga es una hortaliza ampliamente consumida en todo el mundo, que cuenta con numerosas propiedades nutricionales beneficiosas para la salud.
Entre ellas destacan su bajo nivel calórico, convirtiéndola en una excelente opción para aquellos que buscan mantener un peso saludable o perder peso, su alto contenido de agua (aproximadamente 95%), lo que la hace hidratante y refrescante, especialmente durante los días calurosos, y su rico aporte en fibra, que es esencial para la salud digestiva.
También es rica en vitaminas y minerales esenciales , incluyendo vitamina A, vitamina K, vitamina C, ácido fólico (vitamina B9), potasio, calcio y hierro, nutrientes fundamentales para el correcto funcionamiento del organismo y la salud cariovascular.
Estos beneficios, sumados a otras propuedades nutricionales y a su versatilidad culinaria, convierten a la lechuga en una de las hortalizas más consumidas en España.

Aunque se tienda a asociar la lechuga al consumo en frío, como en ensaladas, en Córdoba sabemos que una forma deliciosa de disfrutarla es rehogándola con unos ajos fritos.
Hoy hablamos de la «lechuga a la cordobesa» , lechuguitas fritas o lechugas al ajillo como se conoce popularmente, una de las recetas tradicionales de nuestra provincia que es tan perfecta para abrir boca durante el aperitivo como para acompañar carnes y pescados.
Aquí dejamos cinco trucos infalibles para prepararla con éxito:
1. Utiliza cogollos de lechuga en lugar de otras variedades para que queden más crujientes, lávalalos muy bien y pártelos en cuatro trozos en sentido longitudinal, desde el tallo hasta la punta.
2. Parte los ajos en trozos pequeños en lugar de en láminas para que se extiendan mejor sobre el cogollo y cada bocado tenga un poco de ajo frito.

3. Si vas a añadirle vinagre, en lugar de echarlo a la sartén, añádelo una vez estén los cogollos servidos en el plato. De esta manera, las hojas no se vendrán abajo y mantendrán la textura crujiente tan característica de esta variedad de lechuga. Y si quieres que tenga un toque dulce, puedes probar con vinagre de Módena o aceto balsámico.
4. Los amantes del pique pueden añadir una guindilla al aceite antes de poner los ajos que garantiza un toque picante delicioso que encaja genial con el frescor de la lechuga.
5. Otra opción es poner una cucharadita de pimentón dulce al ajo picado antes de que termine de dorarse. Esto añade un toque de color y sabor ahumado que casa fenomenal con el plato.
Por último, como «bonus extra» , la lechuga es muy versátil y puede acompañarse con muchos otros alimentos, por lo que si quieres hacer variaciones de la receta, puedes añadir otros ingredientes como migas de atún, taquitos de jamón, tomates cherry, anchoas, salmón o cualquier otro que te apetezca.
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