GURMÉ CÓRDOBA
Pérez Barquero recupera los Vinos de Pasto
Con Fresquito Vino de Pasto, se convierte en la primera bodega de Montilla-Moriles que rescata esta mención tradicional, que ampara a los vinos blancos con envejecimiento

Pérez Barquero se ha convertido en la primera bodega de Montilla-Moriles en recuperar los Vinos de Pasto, mención tradicional con la que la Denominación de Origen ampara a los vinos Blancos con Envejecimiento. Son vinos más ligeros y de crianzas más cortas , marcados por su identidad y conexión con el territorio.
El resultado es Fresquito Vino de Pasto, Producción Limitada, que resulta de rociar el Fresquito de Tinaja de Pérez Barquero en botas ubicadas en la zona más húmeda de la bodega , y que habían contenido vino fino previamente y mantienen sus cabezuelas.
"Tras doce meses en bota, el vino se ha afinado y se ha redondeado durante un tiempo extra de reposo en botella, dando lugar a un vino de perfil más serio, salino , reflejo de las albarizas de la Sierra de Montilla de donde procede", señala la responsable de Marketing del Grupo Pérez Barquero, Adela Córdoba. La tendencia actual “es valorar cada vez más los vinos de terruño y la expresividad de la albariza". Y la bodega también se considera parte de un ecosistema que distingue y hace vinos únicos.
Crianza biológica
“Las dos especificidades más genuinas de nuestros finos son su graduación natural y la crianza biológica, en la que intervienen el velo de flor que cubre la superficie del vino y las cabezuelas , que son finos depósitos de las levaduras que se acumulan en el fondo de la bota a lo largo de los años –detalla Adela-. Fresquito Vino de Pasto de Pérez Barquero ha ganado en complejidad, tras 12 meses en botas viejas que conservaban las cabezuelas del fino que contenían previamente”.

En este sentido, Juan Márquez, enólogo del Grupo, corrobora que tanto el velo de flor como las cabezuelas aportan al vino las características organolépticas propias de un fino. "El contacto con flor y cabezuela, en crianza biológica, dota al vino, además, del potencial para una buena evolución en botella”.
Fresco y ligero
Fresquito Vino de Pasto es un Blanco con Envejecimiento. No es vino fino, porque no llega al mínimo de dos años de crianza biológica mediante el sistema de criaderas y soleras, pero tampoco pretenden que lo sea.
“Es un vino fresco y ligero, al gusto del consumidor actual, que conserva los aromas de fruta y aúna características de los vinos jóvenes y de crianza -señala Adela-. Destaca por su carácter gastronómico e invita al disfrute diario , porque es más fácil de consumir que otros vinos. Casa perfecto con un picoteo, una ensalada, con queso o con ahumados”.
Adela también alude al proceso de creación del Fresquito de Tinaja , vino base del nuevo Fresquito de Pasto: "Fresquito se elabora con las mejores señas de identidad de la zona, es decir, con la uva de la variedad Pedro Ximénez procedente de viñedos seleccionados de las mejores tierras albarizas de la Sierra de Montilla”. Sin olvidar el protagonismo de los tradicionales conos o tinajas y la crianza bajo velo de flor: elementos que se conjugan dando como resultado un vino distinto.
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