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Taberna Bodegas CamposBodegas Campos, clásico entre los clásicos

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Tengo un gran amigo catalán, de la parte de Tabarnia para ser exactos, que desde hace mucho no perdona un par de fines de semana gastronómicos y cinegéticos cada año.

Su rutina es invariable e innegociable: me recoge a mediodía y damos un paseo por el casco histórico para ir a comer a Bodegas Campos. Le alabo el gusto.

No hay duda de que nos encontramos ante un clásico, quizá no suficientemente valorado por estar un tanto eclipsado por la justa y merecida fama de la casa como el referente en el servicio de catering en la ciudad –uno de los mejores de toda Andalucía, sin ningún género de dudas–.

He asistido a muchas bodas servidas en o por Bodegas Campos, y he recurrido a ellos en la organización de algún evento familiar: nunca han fallado, ni en los peores momentos de una crisis que, por fortuna, parece cosa del pasado.

Pero Bodegas Campos es eso y mucho más. Un magnífico restaurante, a la altura de los mejores, patrimonio inmaterial de Córdoba.

Su carta, clásica y caracterizada por la selección del mejor producto y con guiños constantes a la materia prima local, ofrece una cuidadísima selección de ibéricos y quesos de Los Pedroches, y una serie de entrantes fríos y calientes en los que, aparte del magnífico salmorejo cordobés con gelatina PX que apasiona a mi amigo tabarnés, destaca entre los fríos una mazamorra con tartar de atún delicada y sorprendente y las albóndigas de rabo de toro con salsa de amontillado entre los calientes.

Antes de pasar al plato principal, existe la opción de una ensalada de perdiz escabechadas con verduras realmente redonda o de unos fritos con aceite de oliva virgen de gran nivel; conviene no perderse los buñuelos de jamón.

Llegados al punto de elegir un plato principal, y aunque son notables los raviolis de bacalao, sepia y gambas, reina la carne y una muy sensata carta de vinos a, muy de agradecer, precios razonables. Producto de primera y soberbio rabo de toro deshuesado e imperial lomo bajo de vacuno mayor madurado 65 días: sencillamente impresionante.

Pocos lectores no conocerán este restaurante al frente del que se encuentran tres profesionales de primera división: el creativo Rafael Castellón como chef ejecutivo, el incombustible Rafael Torres como chef operativo y recientemente incorporado Daniel Pla como jefe de cocina del restaurante-taberna.

Decoración clásica y confort máximo. Lo que un político poco experimentado llamaría un marco incomparable. Su servicio es de escuela clásica, atentos al detalle en todo momento.

Es un clásico entre clásicos, una opción muy recomendable que ha reinado, reina y todo apunta a que reinará años.

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