Taberna Casa LuisTaberna Casa Luis: Como en casa

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A la sombra  de San Lorenzo,  unas de las iglesias fernandinas mas bellas de Córdoba y enclavado en el  barrio del mismo nombre, entreverado por una clase media trabajadora y también por muchas personas ya mayores que han sabido trasmitir esa cordialidad y familiaridad como seña de identidad, se encuentra Casa Luis. Este lugar es la viva esencia de esto que les estoy contando. Nada mas entrar, se respira un ambiente de familia, te reciben con una extraordinaria amabilidad y atención de la que estamos tan carentes en esta época que nos ha tocado vivir. Juan Antonio nos da la bienvenida,  lleva muchos  trabajando con Encarnación, el alma de esta casa. Comenzamos, al estar en temporada, con un atún encebollado: nada mas verlo de lejos se despiertan los sentidos.

Cubierto con una magnífica cebolla en juliana, dulce y dorada, en su justo punto de cocción, y con un delicioso aceite impregnado de los sabores del túnido, en definitiva, hecho con mucho cariño. A continuación  llegaron unas croquetas de bacalao, bocado fetiche de este tipo de cocina familiar. Buen aspecto visual y con sabor pero la bechamel quizás un poco contundente lo que hace que haya poco contraste de texturas; debería ser mas fluida.  A la hora de elaborarlas  es imprescindible utilizar la máxima calidad del ingrediente principal,  y mas en el  caso del bacalao.

A la espera del siguiente plato veo como al resto de clientes muchos de ellos habituales, se les trata con familiaridad, están como en casa. Asiduo parroquiano es el carismático  Juan León, todo un personaje en este mundo. Y efectivamente, esa sensación de estar en casa se reafirma al llegar una carrillada con unas soberbias patatas fritas y cuando esto pasa es que hay algo detrás, como dice Carlos Maribona. Vayamos por partes,  una ejecución correcta de la pieza de carne, cebolla, vino  de Bodegas Montes, un buen aceite y un toque de pimentón,  pero aquí viene lo importante, el acompañamiento. Cortadas a mano, no muy largas ni gruesas , fritas en perol con  abundante aceite quedando por lo tanto sueltas y  este extremadamente limpio, adquiriendo con un precioso color dorado. ¿Se puede pedir mas? Todos los componentes para que el resultado sea perfecto. Y para terminar callos, bien limpios con agua y vinagre, toda la noche a fuego lento como explica  Encarna, Señora de las Tabernas del 2010 y señora de esta Casa Luis donde tan bien te acogen.

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