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Bodeguita ConsolaciónBodeguita Consolación: «Para sentirte aún mejor que en casa»

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Sí, lo admito: he comido en la calle los días previos a la Navidad. Pero la mar de bien en la Bodeguita Consolación, el «Conso» o el «Consola» de toda la vida. Exactamente lo que juré que nunca haría porque no soporto el extendido y practicado «tengo una comida de Navidad con los colegas, con los de clase, con los de la facultad, con los que no tenemos clase, con los padres de la clase de los niños, con los padres que nos hablamos fuera del WhatsApp oficial de la clase de los niños…»

Pero ha sido una comida como a mi me gusta, improvisada y sin alharacas. Eramos dos y en un bar de Los Remedios en el que sólo los adornos y la tele puesta decían que estábamos en Navidad.

La gloria. El Bar Consolación, en la calle de la Virgen del mismo nombre, fue donde estuvimos así de bien. La gente de siempre, la comida de siempre y el precio de siempre. ¡Qué maravilla!

Bodeguita Consolación, ¿qué encontramos?

Es el Consolación un bar al que acudo con relativa frecuencia a desayunar, pero al que nunca había ido a comer. Los desayunos son correctos, con varios tipos de panes y mantecas para todos los gustos. Pero lo mejor la mano de obra.

Curro-Antonio-Juan, el dueño, que atiende con la sonrisa a cualquiera que le llama de al menos estas 3 formas, es incansable, discreto, atento al que entra, al que está, y a los que trabajan bajo su mando. Igual de atentos, por cierto. Detalles como el limpiar la mesa con limpia cristales y bayeta limpia antes de tomar posesión de la nuestra, cambiar los cubiertos cuando se traen tapas nuevas, reponer el pan cuando se acaba sin pedirlo, son de nota hoy en día en un bar de tapas. Vamos que ni en los gastrobares pijos lo hacen (aunque presuman de que sí).

Consolación estaba lleno y dio igual: la atención fue igual de rápida y amable. A los conocidos, que son los más, se les recibe por su nombre y a todo el ajeno se le recomienda y sirve con ganas. Los conocidos tienen aquello como una segunda casa: «Curro, te dejo aquí las llaves que en un rato viene mi hermana a recogerlas», «Gracias Enriqueta, cómo sigue tu madre»…

Así es su carta

Entrando en materia. Los famosos perolitos de este bar de Los Remedios, no defraudaron: de potaje de garbanzos con codorniz, bueno (quizás demasiado clavo), el perolito de huevo con patatas y jamón, buenísimo gracias al jamón ( aunque habría triunfado con un buen puñao de patatas FRITAS como Dios manda), y el de carrillada, con patatas, más que bueno.

Las tapas «frías»: ensaladilla y croquetas de puchero y de cocido nos dejaron más indiferentes. Salvo por la ensaladilla: con kétchup. Pero ¿eso desde cuando, Curro? ¿Cómo se te ocurre? También es verdad que a mí las croquetas me gustan «esparramás» y éstas eran contundentes aunque buenas de sabor.

Quedas satisfecho

Te quedas satisfecho por la abundancia de los platos, te sirven aceitunas bien aliñadas mientras esperas, disfrutas viendo apuntar los precios con tiza en la barra de acero inoxidable, o mirando por las ventanas que cubren toda la fachada de este bar “Consola”, que hace esquina con terraza fuera. Y te vas a gusto. Porque has pagado una cantidad razonable por un rato muy bueno. Y te vas más a gusto porque no has aguantado pamplinas de comidas de Navidad en plenas fechas.

Termino con una pregunta al respetable, que no todo lo voy a contar yo: ¿Por qué empiezan el jamón en la bodeguita Consolación con la pezuña hacia abajo? ¿No nos dicen los expertos que así se empieza en las casas, pero no cuando un jamón se corta rápido?

Bodeguita Consolación

Valoración
  • Mala
  • Regular
  • Buena
  • Muy buena
  • Excelente

Muy buena

  • Comida
    3/5
  • Servicio
    4/5
  • Ambiente
    4/5
Precio
  • Bajo
  • Medio
  • Alto
  • Muy alto

Bajo

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