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Restaurante La Moneda en el centro de SevillaLas dos caras de la misma moneda

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“Calidad de la materia prima, sencillez sin pretensiones, precios ajustados y excelentes camareros”

¿Es el Restaurante La Moneda en Sevilla un restaurante con barra o un bar de tapas con comedor? La pregunta, que puede parecer irrelevante, es importante a la hora de hablar de este local. Si pensamos en un bar de tapas que además tiene un pequeño comedor sin duda su puntuación sería máxima. Calidad siempre asegurada, servicio rápido y eficaz (qué bien rellenan las copas de manzanilla, te sientes como si estuvieras con amigos en la Feria).

Si lo analizamos como restaurante la cosa cambia: la sala es ruidosa, la decoración es apagada y pobre, y sales siempre ahumado (y no precisamente por lo que has bebido).

Pero lo que no cambia es la calidad de su oferta ni, insistimos, el trato de sus camareros.

Pero vamos a comer. Después de una primera cerveza, seguimos, como siempre hacemos aquí, con fino fresco: fresco de frío, fresco porque rota y fresco por que te lo refrescan continuamente. Con lo dicho es una pérdida de tiempo buscar otro vino de la carta que acompañe mejor lo que aquí se come. Empezamos con Coquinas (15,00 euros) un plato generoso en cantidad, pero sobre todo por su tamaño y sabor. Segunda copa de fino. Ortiguillas (12,00). Manjar de Chipiona hecho tan bien como todo lo que fríen aquí y, además, perfectas de tamaño.

Vemos pasar cerca unas Tortillitas de camarones (2,50/unidad) que se nos antojan porque son de las mejores que se sirven en Sevilla. Cuántos sitios hay en nuestra ciudad en los que las pides y, tras verlas, no llegas a darles ni el primer bocao.

Tercera copa de fino y llegamos a Sanlúcar de Barrameda: primero tomamos unos Langostinos excelentes (no hace falta decir nada más, ni siquiera el precio) y después Calamares rellenos (15,00). A nosotros lo que más nos fascina de Sanlúcar, por delante de sus langostinos por los que ya tiene un lugar en el mapa mundi gastronómico , son estos calamares: cortados en rodajas, rellenos de huevos de choco (y a veces también de langostinos y jamón picado) con buen aceite, perejil, sal y poco más.

Cuarta y quinta copa de fino y abordamos una Dorada a la sal (según tamaño a 42 euros/kilo) bien hecha y que sin ser muy sabrosa conseguimos darle juego entre mayonesas, salsas y aceites.

No hemos hablado de los guisos marineros de La Moneda porque ya no va haciendo tiempo de ellos pero, por si guardan estos artículos o tienen buena memoria, no hay que dejar de probar el Pez Espada a la Manzanilla ni su Arroz. En la Moneda, no te equivocas. Calidad de la materia prima, sencillez sin pretensiones, precios ajustados y excelentes camareros -atentos y siempre en su sitio- Y, como nos propusimos, hemos conseguido llegar al final sin hablar de su Sopa de Galeras

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