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La Rosa de San Gil

Sevilla Actualizado: Guardar
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Jesús e Inma llevan las riendas desde hace ya seis años de la Rosa de San Gil. Antiguos clientes de un negocio cuyo ambiente macareno les cautivaba, dieron el paso y se hicieron con este pequeño y peculiar bar sevillano cofrade por los cuatro costados.

«Nuestra mayor especialidad es la simpatía», confiesan Jesús, que además es costalero de La Esperanza. Algo que corroboran los clientes, Cruzcampo en mano, a DeTapas. Tienen buena fama en la Rosa de San Gil la variedad de quesos que venden, la carne con tomate, el atún encebollado, los caracoles, las cabrillas y las albóndigas de pollo.

Destaca asimismo el buen ambiente que se vive tanto en el local como en la terraza.

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