10 alimentos que comemos diariamente y que no deben guardarse en la nevera
¿Sabías que no todo puede guardarse en el frigorífico? Te contamos qué alimentos no debes meter en la nevera para que conserven mejor sus propiedades.

Las neveras se han convertido en un gran aliado en nuestros hogares. Nos permiten conservar los alimentos en buen estado durante largos periodos de tiempo. Quizás por ello hemos abusado de su uso y casi todo lo que compramos lo metemos en la nevera sin pensar si estamos haciendo lo correcto o no. Porque no a todos los alimentos les conviene ni el frío ni la humedad.
En Gurmé te contamos qué alimentos no debes meter en la nevera. Así podrás disfrutar de todo su sabor y sus propiedades.
1. Plátanos y frutas tropicales
Es una costumbre muy habitual: vamos a la frutería o al supermercado, compramos la fruta que no suele estar en refrigeradores y en cuanto llegamos a casa la metemos en la nevera.
Las frutas tropicales como los plátanos, el aguacate o la piña se conservan mejor fuera del frigorífico, ya que las bajas temperaturas impiden que maduren.
En el caso de los plátanos, cuando los dejamos fuera y se ponen negros, debemos saber que simplemente es que han madurado y están más dulces, no que estén en malas condiciones. Es más, en la nevera puede acelerarse el proceso de descomposición de los plátanos.
2. Melones y sandías
Y continuamos con la fruta. Es cierto que en verano no hay nada más refrescante que una ración de melón o sandía fresquitos. Pero hemos de saber que, si la sandía y el melón están en piezas enteras, conservan mejor su sabor y sus propiedades antioxidantes si los mantenemos fuera. Un truquito: mete en la nevera unos minutos antes de la comida el trozo de melón o sandía que vayas a consumir.
Eso sí, una vez abiertas, tienes vía libre para conservar estas frutas en el interior del frigo.

3. Tomates
Es un clásico error que solemos cometer: meter los tomates en la nevera. El motivo principal es que pierden su textura y sabor originales. Además, se detiene su proceso de maduración.
Así que, si quieres unos tomates sabrosos para tus ensaladas o gazpachos, lo mejor es conservarlos en la despensa o en algún lugar fresco y seco.
En este reportaje te contamos cómo conservar mejor tus tomates.
4. Huevos
Al igual que pasa con la fruta, cuando solemos comprar los huevos en cualquier tienda, éstos no están en ningún refrigerador, pero nosotros llegamos a casa y los metemos en la nevera. Habitualmente, los colocamos en la puerta de la nevera, ya que suelen contar con un elemento para ello. Sin embargo esto es un error.
Para su conservación, los huevos necesitan fresco (que no frío) y una temperatura estable. La puerta es precisamente el lugar con la temperatura menos estable de toda la nevera, ya que, cada vez que se abre, cambia su temperatura.
Lo idóneo es mantenerlos en un sitio fresco y seco. Si los guardamos en la nevera, porque fuera hace demasiado calor, que sea en un recipiente al fondo del frigorífico.

5. Cebollas y ajos
Si los metes en la nevera se estropearán antes. La excesiva humedad y el frío no convienen a estos bulbos. Eso sí, si los vas a colocar fuera de la nevera, evita que les dé el sol directamente y nunca al lado de las patatas.
6. Patatas
Las patatas tampoco deben colocarse en el frigorífico, ya que pierden textura, propiedades, sabor, etc. El frío y la humedad harán que el almidón que contienen se transforme en azúcar de una manera más rápida y esto hará que se estropeen antes.
Colócalas en un lugar seco y oscuro. Y recuerda ¡que no estén cerca de las cebollas!
Así, podrás preparar deliciosas recetas como éstas , cuyo protagonista principal son las patatas.

7. Quesos curados
Con los quesos hay que tener un especial cuidado, pues hay que distinguir entre los que son frescos y suaves, que sí necesitan del frío de la nevera para su conservación, y los curados. Estos últimos no necesitan frío y menos aún si son piezas enteras.
En la nevera pueden resecarse, agrietarse y perder sabor y propiedades. Si, a pesar de todo, tú quieres guardar estos quesos en el frigorífico, apuesta por la parte central, que es la menos fría.
8. Verduras
Algunas verduras como las zanahorias, las berenjenas o los pepinos pueden ver cómo su proceso de maduración se ve acelerado por el frigorífico y, por lo tanto, se ponen malos antes. Esto sucede por la gran cantidad de agua que poseen.
Lo mejor, como siempre, es guardarlos en un lugar seco.
9. Pan
El pan no debe meterse en la nevera para intentar que se mantenga fresco. Lo idóneo es guardarlo en una panera alejada de la luz solar y, sobre todo, del aire. Es decir, un lugar fresco y seco.
Lo que sí podemos introducir en el frigorífico poco antes de consumir en un bocadillo elaborado con pan de sándwich.
10. Chocolate
Lejos de toda creencia, el chocolate ¡tampoco debe meterse en la nevera! Si lo conservas fuera, el sabor será mucho más delicioso.
Aunque, eso sí, si hay riesgo de que éste se derrita por las altas temperaturas, el frigorífico sí debe convertirse en tu aliado para poder disfrutar de este dulce bocado.

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