Poleá

En la poleá intervienen ingredientes como la harina y el aceite, que van a enriquecer este postre con energía procedente de los hidratos de carbono complejos y grasa

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La poleá es un tradicional postre muy popular en las provincias de Sevilla, Cádiz y Huelva. Este postre, muy barato y energético, nación en los años difíciles, y es una derivación de las conocidas gachas dulces.

Así lo cocinamos

Calienta el aceite en una cazuela y fríe en ella las rebanadas de pan. Una vez doradas, escurrimos bien y reservamos sobre papel absorbente.La cáscara de limón la freiremos igualmente en el mismo aceite y la reservaremos.En la misma cazuela, añade la harina tostada, el azúcar, el palo de canela y la matalaúva. Remueve al tiempo que vamos añadiendo la leche poco a poco, sin cesar de remover para evitar que aparezcan grumos. Seguir cociendo a fuego suave durante 20 minutos.Cuando la poleá esté bien ligada, sírvela en una fuente, espolvoréala con canela molida y decora con la cáscara de limón y el pan frito.

Trucos y Consejos

La elaboración de este postre requiere cierta atención, y no debemos cesar de remover con una cuchara de madera, ya que es muy fácil que se adhieran al fondo de la sartén. De esta manera, siempre conseguiremos una poleá bien ligada, suave y sabrosa.

Información Nutricional

En la poleá intervienen ingredientes como la harina y el aceite, que van a enriquecer este postre con energía procedente de los hidratos de carbono complejos y grasa, respectivamente.También encontramos en este postre una buena cantidad de azúcar. Por ello, nos encontramos ante una elaboración algo calórica, si bien se puede reducir el contenido graso de la receta empleando leche desnatada.

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