Sopa conventual

Prepara y sirve esta sopa en cazuelas de barro para conseguir un mejor resultado.

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La austeridad de sus ingredientes hace de esta sopa conventual un plato humilde, pero no por ello menos apetecible. Prepárala siguiendo esta receta y disfruta de un buen plato caliente.

Así lo cocinamos

Pelamos y cortamos los ajos y los freímos en una sartén con el aceite. Una vez fritos, los sacamos y reservamos.Cortamos el pan en rodajas finas. Vamos a utilizar la mitad para echarlo en la sartén, junto al aceite que nos ha quedado de freír los ajos, y lo rehogamos.En una cazuela, vamos a colocar el agua, que llevaremos a ebullición, y echaremos los ajos y el pan que no está tostado en el aceite. Incorporamos un poco de sal y dejamos cocer todo unos 12 minutos.Una vez terminado el tiempo de cocción de la sopa conventual, la retiramos del fuego y la dejamos reposar unos tres minutos antes de servir.

Trucos y Consejos

Prepara y sirve esta sopa en cazuelas de barro para conseguir un mejor resultado.

Información Nutricional

El pan será más nutritivo según el tipo y la calidad de la harina, o los ingredientes añadidos que les pongamos. Los hidratos de carbono constituyen su nutriente más representativo, y son los responsables de que sea considerado, desde el punto de vista nutritivo, como un alimento energético.Las proteínas son vegetales, pero no deben ser despreciadas aunque están en baja proporción y sean de escaso valor biológico.El pan casi carece de grasas, generalmente las grasas que le añadimos para hacer más suave la masa, por lo que adolece también de falta de vitaminas A, D y E, limitándose, por lo tanto, el contenido vitamínico a las B1, B2 y B3. Entre los componentes minerales tienen importancia el calcio y el fósforo, siendo más baja la cantidad del primero.

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