Tomates confitados con frambuesas

El helado de vainilla es una buena opción para acompañar a estos tomates confitados.

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Si te gustan las mezclas de sabores, estos tomates confitados con frambuesas son una buena apuesta.

Vamos a empezar haciendo el almíbar: en una cazuela grande añadimos 1 litro de agua y el azúcar. Lo ponemos a cocer.

Ahora preparamos los tomates. Los lavamos, le cortamos el extremo inferior y los vaciamos reservando la carne. Introducimos los tomates en el almíbar que hemos elaborado y dejamos que se vayan confitando durante unos minutos. Los retiramos del fuego.

Enjuagamos las frambuesas y rellenamos con ellas los tomates.

En un cazo aparte, mezclamos una cucharada de azúcar con una pizca de vinagre balsámico. Lo ponemos al fuego y dejamos hasta que comience a reducir. Servimos los tomates bañados con la reducción de vinagre.

El helado de vainilla es una buena opción para acompañar a estos tomates confitados.

El alto contenido en vitaminas C y E, así como la presencia de carotenos en el tomate convierten a éste en una importante fuente de antioxidantes, sustancias con función protectora de nuestro organismo. Además, el tomate es también muy rico en vitaminas, fibra y minerales.

Las frambuesas, por su parte, son ricas en vitamina C, fibra y tiene propiedades diuréticas. El azúcar empleado va a aumentar el contenido calórico del plato.

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