TRUCOS DE COCINA
Cómo conservar el jamón ibérico
El jamón ibérico es, sin duda, uno de nuestros productos estrella. Hoy te damos algunos trucos para conservarlo correctamente y que se mantenga en perfecto estado durante más tiempo.

Hay un producto tan exclusivo de nuestra gastronomía que sólo se elabora dentro de nuestro país: el jamón ibérico.
Este manjar tiene su origen en el cerdo ibérico, una raza autóctona de la Península y que se alimenta de lo que encuentra en la dehesa. En estado salvaje, se alimenta de forma omnívora con insectos, larvas, hongos o frutas.
Pero, aunque mantienen ese instinto salvaje, la alimentación de estos animales es vital para el posterior sabor de su carne y su grasa. Así, los preferidos son los que se alimentan a base de bellotas.
Además de ser una gran fuente de fibra, vitaminas y minerales, este fruto amado por los cerdos, es sostenible y económicamente muy rentable para los ganaderos, ya que no tienen que comprar un pienso especial ni darles unos alimentos concretos, sino que estos, los toman por sí mismos de su entorno.

A esto se le llama montanera , a ese aprovechamiento que hacen los cerdos de las bellotas que se caen de encinas y alcornoques y quejigos y en ello reside la esencia propia del cerdo ibérico.
¿Quieres saber más sobre este producto gourmet? Hoy te damos algunos trucos para que elijas el más adecuado, lo cortes adecuadamente y sobre todo, que consigas mantenerlo en las mejores condiciones durante el máximo tiempo posible. ¡Toma nota!
Tipos de jamón ibérico
Hay varios tipos de jamón ibérico, basados mayoritariamente en su alimentación y en el tipo de crianza.
Jamón ibérico de cebo : se cría en un cebadero y recibe una alimentación a base de pienso
Jamón ibérico de cebo/campo: se cría en la dehesa pero su alimentación es también a base de hierbas y piensos
Jamón ibérico de recebo : se cría en la dehesa y recibe una alimentación como el anterior, a base de hierbas y pienso pero durante el periodo de la montanera, se alimenta de bellotas, aunque no alcanza el peso óptimo para el sacrificio.
Jamón ibérico de bellota : se cría en la dehesa y su alimentación se basa en hierbas y piensos y durante la montanera, el periodo de engorde, se alimenta de bellotas durante 2, 3 y hasta 4 meses hasta alcanzar el peso óptimo.
¿Cómo elegir un buen jamón?
El jamón ibérico es un producto inigualable. Su sabor supone un verdadero placer para los sentidos pero ese momento único puede ensombrecerse por una incorrecta elección. ¿Cuáles son las claves para elegirlo?
El jamón es un producto gourmet y de un precio elevado dado el proceso de curación que va de 1 a 4 años, por lo que se debe desconfiar de un producto a muy bajo precio, pues, o la carne será de mala calidad, o la curación no habrá sido la más adecuada.

Fíjate también en la forma de la pata , que debe ser esbelta y armónica.
Además, el peso medio de una buena pata de jamón debe ser de al menos 8 kilos.
Presta atención a las pezuñas . Deben ser negras y estar ligeramente desgastadas, pues esa será señal de que han estado a su libre albedrío en la dehesa.
Que no te asuste el moho blanco. No es uno de los elementos que afectará al sabor del jamón si no supera la capa más superficial.
¿Cómo conservar correctamente el jamón ibérico?
Cuando compramos jamón ibérico, buscamos no sólo que sea de buena calidad, sino que se mantenga en buenas condiciones el tiempo que vayamos a tenerlo en casa.
Una de las claves a tener en cuenta es precisamente ese tiempo. ¿Cuánto vamos a tardar en consumirlo? Si se avecinan fechas señaladas como ferias o navidades, la mejor opción será comprar una pata entera, pues una de las claves es que pase el menor tiempo posible entre el momento en el que empezamos el jamón y sus últimos momentos antes de usar el hueso para caldo.
Si por el contrario, preferimos tomar jamón de vez en cuando en la cena o como aperitivo, lo mejor es comprarlo cortado en el mismo día.
Si aún así somos unos amantes del ritual de cortar directo de la pata, recomendamos comprar una paletilla , pues traerá menos cantidad y podremos aprovechar mejor su sabor.

Tampoco es recomendable cubrir la abertura que hayamos hecho con un trozo de grasa del jamón. Simplemente consérvalo en un sitio alejado de la luz y la corriente y cubierto con un paño de algodón.
Otra mala práctica a evitar por todos los medios es congelarlo , pues arruinaríamos el proceso de curación.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete