Cómo hacer salsa de tomate casera
Olvídate de la salsa de tomate de bote y prepara la tuya fácilmente
Tener en casa siempre algún bote de salsa de tomate es muy socorrido. Pero ¿y si tuvieras siempre a mano un poco de salsa de tomate casera en lugar de industrial? La diferencia se nota . Y mucho.
Preparar tu propia salsa de tomate casera es muy sencillo. No te llevará demasiado tiempo. Será mucho más sana y natural que la salsa de tomate de bote. Y, además, puedes prepararla en cantidad y congelarla en porciones. Así la tendrás también siempre a mano, como la de bote.
Por supuesto, ésta es una buena forma también de aprovechar todos los tomates que tengas en casa. Porque ya sabes que hay un truco para conservar los tomates frescos durante más tiempo . Pero, antes de que se te estropeen, puedes hacer esta rica salsa de tomate casera para aprovecharlos. Así que ¡ son todo ventajas !
Porque una buena salsa de tomate casera va mucho más allá del simple tomate frito. Así que, si quieres enriquecer tus recetas de pasta, carnes o pescados con una buena salsa, toma nota de cómo hacer salsa de tomate casera.
Ingredientes para la salsa de tomate casera
La receta de la salsa de tomate casera es sencilla. Tiene ingredientes básicos y naturales , lo que hará que el resultado final sea delicioso y muy saludable.
Para hacer salsa de tomate casera necesitarás 2 kilos de tomates maduros . Si puede ser tomate tipo pera, mejor.
Además, para hacer un buen sofrito también necesitarás 1 cebolla, 1 diente de ajo, 1 zanahoria, 1 pimiento rojo y 1 pimiento verde .
Por último, ten a mano también aceite de oliva, sal y un poco de azúcar . Además, si quieres enriquecer tu salsa de tomate puedes añadir pimienta, orégano e, incluso, una pizca de pimentón dulce . Le dará un toque especial.
Receta de salsa de tomate casera
Una vez que tengas todos los ingredientes, comenzamos con la receta:
Lava bien los tomates , sécalos y córtalos en trocitos . Si quieres acelerar el proceso de la receta, quítales la piel antes de trocearlos.
Por otra parte, pica la cebolla, el ajo, la zanahoria y los pimientos en brunoise (en dados pequeños).
En una cazuela, pon un poco de aceite de oliva y rehoga todas las verduras . Puedes ponerlas todas a la vez o empezar por la cebolla y el ajo. Una vez que esté pochada la cebolla, añade el resto de hortalizas y continúa rehogando hasta que todas estén blandas.
A continuación, añade los tomates a la cazuela y deja que se cocinen, removiendo de vez en cuando, hasta que pase una hora.
Pasado ese tiempo, pasa el contenido de la cazuela por un pasapurés y vuelve a poner tu salsa de tomate ya triturada al fuego.
Ahora es el momento de añadir los condimentos que más te gusten. Además de sal, pon un poco de pimienta, pimentón dulce y orégano, si te gusta.
Continúa con la cocción, durante al menos media hora más , removiendo de vez en cuando para que no se pegue.
Por último, si tu salsa de tomate está demasiado ácida, prueba a ponerle una pizca de azúcar . Y, si quieres, añade también alguna hierba fresca, como la albahaca.
Retira del fuego y ya tienes lista tu salsa de tomate casera. Puedes utilizarla en el momento o conservarla , envasada en tarros, en el congelador.
Así tendrás siempre disponible salsa de tomate cuando la necesites. Con poco esfuerzo, casera y a tu gusto . ¿Qué más se puede pedir?
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