¿Dónde merendar rico a base de tartas en Córdoba?

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En Córdoba la hora de la merienda es una magnífica excusa para hacer un alto en el camino, tomar un café o ¿por qué no? endulzarse el día con un dulce o una jugosa porción de tarta.

Cafeterías y confiterías ofrecen opciones para todos los gustos, desde las tartas más clásicas como la de Santiago o San Marcos, a las más novedosas como las de Oreo, Kinder o Red Velvet.

Uno de los decanos de las cafeterías cordobesas es la cadena Roldán. Sus vitrinas son un constante ir y venir de tartas que proceden de su propio obrador. Ya sea en versión normal o fría (con base de mousse). Sus clientes se saltan la dieta por su tarta de chocolate negro, la de galletas, manzana o la de queso, entre otras tentaciones.

En Pastelería La Sultana (C\ Cronista Salcedo Hierro, nº 6 y Avda. Jesús del Rescatado, 22) también tienen propuestas para celebrar cualquier ocasión o para alegrar un día cualquiera. El pastel cordobés, el mozárabe, la tarta de tres chocolates, la de tiramisú, la de queso o la de galleta choco-natilla les han granjeado el favor del público. Los más pequeños de la casa no se resisten a sus creaciones de cumpleaños decoradas con los personajes animados del momento.

Tampoco es fácil resistirse a las preciosas y personalísimas creaciones de Martina’ Cake, un encantador establecimiento ubicado en Avenida de Cervantes, 2, y que recrea a la perfección el espíritu de la patisserie francesa. Aquí se puede encontrar repostería casera de la buena, con sabores genuinos y trabajan el fondant (por encargo) como en pocos sitios. Su variedad de galletas y muffins resulta deliciosa y magnífica para acompañar de un buen té o café.

También de factura casera son las que a diario ofertan en La Tortuga (Plaza de los Bañuelos). La de zanahoria con canela ,nueces y crema de naranja y vainilla es una de las más vendidas. A la de cerezas  y la de tres chocolates tampoco le faltan sus adeptos.

Otro plus del local es la amplia variedad de infusiones, cafés artesanos y zumos y batidos naturales y recién hechos.

Los fanáticos de las tartas han encontrado un nuevo templo en La Tarterie (Calle Rodríguez Marín, 3). En las inmediaciones de La Plaza de La Corredera, este recoleto local alberga todo un mundo de elaboraciones y sabores. Su tarta de galletas de la abuela es una apuesta segura. Muy especial resultan los matices de la cheesecake de Bayleis con chocolate blanco. Y su Red Velvet es colosal, al igual que la tarta de limón y merengue.

Imposible dejar de probar sus cookies, recién horneadas.

Pastelería Butterfly (Avenida de Cañito Bazán, 1) es de lo mejor que se puede encontrar de pastelería inglesa y americana en la ciudad. Cheesecake de chocolate blanco y Oreo; pastel de chocolate y crema de cacahuete; pastel de chocolate y Kinder; pastel de zanahoria; el coco merengado o la tarta de limón han convertido a esta pastelería en un lugar de peregrinación de los más golosos.

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