¿Dónde tapear cerca de las cofradías del Viernes Santo en Córdoba?

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La jornada del Viernes Santo en Córdoba es una de las que más pasos concentra en las calles del centro y casco histórico de la ciudad. ¡Toma nota si quieres comer bien y sin alejarte del recorrido de las hermandades!

Buena Muerte y Nuestra Señora Reina de los Mártires

Lateral(Avda. Gran Capitán, 29)

Estamos ante una propuesta gastronómica innovadora basada en una variada carta de pinchos y raciones, elaborados diariamente en sus cocinas con materias primas de máxima calidad, con un servicio al cliente más que solvente, en un ambiente cosmopolita y sofisticado.

La carta de Córdoba será prácticamente la misma que en Madrid. Sólo que además, contará con tres platos exclusivos llamados «Experiencias Lateral», elaborados con productos de la zona:

Taberna Carrasquín  (Calle Málaga, 3)

Tapas sencillas acompañan en la barra a las cañas de cerveza y al vino que no para de correr en el Carrasquín. Un local pequeño, sin florituras, que a dos pasos de la Plaza de las Tendillas mantiene su grandeza atrayendo a su clientela año tras año. Sin tapas de autor, sin recetas esmeradas, sino con la calidad de lo auténtico, de taberna y tertulia.

La jugosa tortilla de patatas o las anchoas con tomate tienen fama. Y es que las conservas es el constante en este espacio. Mejillones en escabeche, berberechos o boquerones en vinagre para el temtempié del mediodía. Luego pasamos a la ensaladilla, y terminamos con cualquiera de los molletes, grandes y variados.

Casa Tollín (Calle Málaga, 1)

Una taberna con camarero atento y con una cocina de calidad y seña de identidad. La lista de tapas con la huella personal de Miguel es larga: puerros rellenos de anchoas y jamóngarbanzos con manitas de cerdo y setasalubias con perdiz, unas recurrentes patatas aliñadasalcachofas confitadas con una cecina de vaca o la ensaladilla Tollín, bastante famosa también, con una base de atún, alioli y salmón.

La Soledad

Bodegas Campos (Calle Lineros, 32)

Ofrecen una gastronomía típica de Andalucía y de Córdoba, con el cerdo ibérico como base. Es el denominador común tanto de los salones como de la taberna. En la taberna mantienen el rabo de toro como estrella, así como el rape o la ensalada de bacalao. Pero el ambiente antiguo y con encanto se presta mucho a pedir el salmorejo, las berenjenas fritas o el flamenquín. La larga barra se encarga de eso y las mesas altas. Aún así, se puede disfrutar además de rincones menos bullicioso en las mesas vestidas de dentro.

Taberna Épora (Calle Campo Madre de Dios, 48)

Las especialidades de la casa son el flamenquín de rabo de toro, croquetas, manitas de cerdo, pescaíto frito (bacalao, adobo y boquerones fritos). También se sirve, con éxito, los boquerones al limón. En ocasiones disponen de choco frito, que traen directamente de Sanlúcar de Barrameda. Sus comensales son fieles a sus entrantes: salmorejo, croquetas de setas, patatas rellenas o ensaladilla de langostinos. Aunque tampoco pueden resistirse al revuelto de morcilla con cebolla caramelizada y piñones, ensalada de yogurt, manzana y frutos secos; así como a su cochifrito, churrasco y presa ibérica,

Casa Pepe de La Judería(Calle Romero, 1)

La cocina es tradicional. Entre las especialidades destacan la mazamorra, las berenjenas con miel de caña y el rabo de toro. También se puede degustar pescado, como atún de almadraba de Barbate o bacalao confitado y chacinas del Valle de los Pedroches. Para acompañar, se empeñan en que el Montilla Moriles esté donde se merece, en boca de todos. En la carta hay unas 60 referencias de vinos y una selección para tomar por copas.

La Expiración y La Virgen del Rosario

Taberna Salinas (Calle Tundidores, 3)

La gastronomía de Taberna Salinas es también cordobesa al cien por cien. Platos sin grandes pretensiones y de profundas raíces locales, ya que de lo que se trata es de continuar con la tradición. Espectacular su salmorejo, cuyo secreto está en una materia prima de primerísima calidad, tratada con mimo, eso sí. Otras especialidades de esta casa son el rabo de toro, las berenjenas con miel de caña, las croquetas del cocido o el flamenquín.

Taberna Mentidero (Calle Diario de Córdoba, 1).

Famosa no sólo por su vermut sino también por ser uno de los locales de Córdoba mejores para degustar una cerveza bien fría, en compañía de boquerones en vinagre, jamón, queso, paté, etc.. El público que allí confluye es de la más variada índole, desde turistas de la zona de Capitulares y el Templo Romano, hasta funcionarios y demás trabajadores de los negocios aledaños, que se toman un breve descanso para reponer fuerzas en Mentidero.

El Descendimiento y Nuestra Señora del Buen Fin

Bar Miguelito (Calle de la Acera Pintada, 8)

Estamos hablando de un clásico del Campo de la Verdad, y muy próximo a la Torre de la Calahorra. El bar Miguelito ofrece cocina tradicional cordobesa, aunque su gran especialidad es la casquería. Los riñones, elaborados en distintas versiones son uno de sus principeales reclamos pero también pueden presumir de sus callos, salmorejo y un excelente pescado. 

Tiene fama en toda Córdoba por sus frituras de pescaíto, concretamente la compuesta por un surtido de pescado y bautizada como «Miguelito». Sirven también un excelente mero rebozado. E igualmente destacables son sus calamares.

Sus fieles piden mucho «El Buchón», una suerte de flamenquín pero elaborado a base de pescado. También es muy popular «El Escocío», que no es otra cosa que  merluza o pescada aliñada. Su carta se completa con varios tipos de revueltos, incluso tienen uno a base de sesos.

Los Romerillos (Calle Acera del Arrecife, 6)

Ubicado en frente de La Ribera, rinde culto a diario a la gastronomía andaluza de solera.

Los clientes vienen buscando su cocina casera: flamenquines, ensaladilla, salmorejo, rabo de toro y una amplia variedad de pescado fresco, elaborado a la plancha o en fritura. Sus berenjenas a la miel y sus patatas bravas son un éxito seguro entre quienes ocupan sus mesas. Además, en Semana Santa se convierte en un punto neurálgico de la ciudad. Desde su azotea, el Viernes Santo, los mejores cantaores reciben con saetas al Cristo del Descendimiento a su paso por la puerta del bar.

Bodegas Mezquita(Ronda de Isasa, 4)

Su carta es tan amplia y variada que da la posibilidad de tomar un bocado rápido en barra, acompañado de una cervecita o un buen vino de Montilla-Moriles, o bien sentarse a mesa y mantel a tomar una comida más formal. En  Bodegas Mezquita resulta imprescindible probar su mazamorra, su salmorejo (tienen tres tipos), el rabo de toro, las berenjenas califales rebozadas con reducción de vino dulce Pedro Ximénez y ajonjolí, sus patatas bravas o las croquetas de jamón.

Los Dolores y Santísimo Cristo de la Clemencia

De visita obliga es el patio de  Taberna Los Berengueles (Calle de Conde de Torres Cabrera, 7), justo frente a la casa donde nació Manolete. Un auténtico oasis en pleno centro de la ciudad para los amantes de la cocina clásica y de mercado. Entre su oferta, como recuerda su dueña,  Charo Guillén, está la ensaladilla rusa, que tiene «muchísima demanda». «Es una de nuestras tapas estrella, de toda la vida», sentencia.

Siempre hay que preguntar por los pescados que han entrado ese día del mercado, que se ponen a la plancha en su justo punto de cocción. Y el paté de la casa es para pecar sin parar.

Ágora Mezquita (Calle Céspedes, 11) a los pies de la Mezquita-Catedral, está la última incorporación del Grupo Ágora. Taberna que mezcla la tradición con la innovación, puede presumir de tener un público moderno y cosmopolita. Sin embargo, en su carta no faltan clásicos de la gastronomía cordobesa como rabo de toro, salmorejo, ensaladilla, croquetas, perol de arroz o berenjenas con miel de caña. Taberna Ágora Mezquita es una magnífica opción para hacer un alto en el camino en pleno recorrido por el casco histórico. Las posibilidades son muchas: desde tomar una cerveza o copa de vino bien fresquita con una apetecible tapa hasta platos más elaborados.

La bendita locura (Plaza del Cardenal Toledo)

La plaza de Cardenal Toledo, más conocida como Plaza del Cister es su ubicación. En pleno corazón de Córdoba y custodiada por el Cristo de los Faroles y la cuesta del Bailío.

Lugar cofrade y flamenquito para disfrutar de un tapeo cordobés. Los jarrillos de cerveza fresquitos son uno de sus señas de identidad, junto el salmorejo, la empanad y, los montaditos de pringá

El Sepulcro y Nuestra Señora del Desconsuelo

Bar Munda (Calle Conde de Cárdenas, 3)

Disponen de una amplia carta de hamburguesas caseras de calidad, aunque también sirven perritos calientes y otras sobrosas especialidades internacionales cada día más presentes en las cartas de muchos bares y restaurantes, como nachos, guacamole y hummus.

Junto a las hamburguesas, los más carnívoros podrán devorar su entrecot fileteado o su codillo. Igualmente, los vegetarianos y veganos también encontrarán opciones en el Bar Munda, como sus hamburguesas vegetarianas o sus ensaladas.

Capitoné (C/ García Lovera,7, esquina Claudio Marcelo)

El local, ubicado en los aledaños del Templo Romano está especializado en tapas y gusta de hacer guiños a la vanguardia gastronómica. Su tapa bautizada «Chupa Chups de Flamenquín» fue elegida por los cordobeses la mejor de la ruta creada en el marco de la Semana Gastronómica del Flamenking en 2015. Su propuesta rompe con la típica mayonesa que acompaña el plato, ellos disponen de tres salsas.

Patio Romano Gourmet Ibérico  (Calle Deanes, 11)

Para turistas y autóctonos es una delicia recrearse en su carta. Destacan las carnes, con sello autóctono de Los Pedroches y los pescados de temporada. La presa, el lechón ibérico con chips de batata y salsas de 3 pimientos y las costillas de cordero lechal están para chuparse los dedos. 

En sus entrantes no faltan salmorejos, chacinas y ensaladas. Y cuenta con postres de corte más moderno.

¡Ojo! tienen una más que destacada carta de vinos y suelen organizar jornadas de maridaje.

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