Los mejores postres con helado en Córdoba

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Y para terminar… helado. Con las altas temperaturas apetece a todas horas. Un helado en una terraza a media mañana, en la piscina por la tarde y cómo no, también al finalizar la comida o la cena para refrescar la sobremesa. Buscamos los mejores postres con helado que se sirven en los restaurantes cordobeses para poner en la mesa un buen final.

Cocina 33

La experiencia de uno de nuestros críticos en el restaurante Cocina 33 quedó definida como «in crescendo», de menor a mayor intensidad. Y precisamente fue la última parte del servicio lo que se llevó la ovación. El postre «¿Te gusta el queso?», como lo denominan, causa sorpresa, y al llegar a la mesa se presenta un helado de queso de cabra, sobre una compota de calabaza y una picada de hierbabuena.

En palabras de quien lo ha probado, «helado equilibrado, bien turbinado, acompañado por una compota no muy dulce y con textura, todo ello refrescado y aromatizado por hierbabuena. Buen final en boca».

Paseo de la Ribera, 24

Entreolivos Restaurante

En Entreolivos se cuida mucho la materia prima de su carta y también la elaboración, y además de la calidad de sus platos, el local suma a la experiencia gastronómica un paseo por la historia de la ciudad. Sus muros son restos arqueológicos cuentan la vida de la Judería y la Ribera cordobesa.

Pero si nos entramos en su cocina, hace honor a su nombre con el aceite de oliva como buque insignia. Y le rinde culto de tal manera que elaboran como postre un refrescante helado de aceite de oliva. También, como opción alternativa está el helado de violeta con crocanti de almendras, uno de los mejores de la ciudad según los paladares cualificados que lo han probado.

Calle Cardenal González, 30

El Envero Restaurante Gastrobar

Con una carta en constante evolución,  El Envero destaca cuando se habla de vinos, de atún, de carnes… y también de postres. Es uno de los restaurantes cordobeses destacados con el Bib Gourmand de Michelin por su alta calidad a bajo precio.

Antes de llegar al postre, en su mesa se puede probar helado de jengibre con el tartar de gambas y gazpacho de cereza. Un plato delicioso en opinión de críticos de esta publicación. Pero terminando la experiencia gastronómica hay una referencia destacada para poner buen final. Y es la torrija empapada en leche fresca y caramelizada acompañada de helado de mascarpone.

Teruel, 21

Goiko Grill

Hay quien se preguntan si después de una gran hamburguesa (con muchos ingredientes) más sus patatas cabe postre. Pues en Goiko Grill lo resuelven con una carta para el final que contiene grandes tentaciones.

Tanto la Goiko Cookie 2.0 como el Baticrumble llevan helado. Este último dos bolas de vainilla sobre un postre de manzana con bizcocho de canela, manzana cocida y pedazos de galleta de canela y avena. Pero la estrella es el Chunky Doughy, que tiene una base de trozos de brownie con cremoso helado de vainilla, sirope de caramelo y el nuevo secreto de Goiko: black cookie dough (unos trozos de galleta crujiente especial).

Av. del Gran Capitán, 26

La Regadera

Las propuestas de La Regadera provienen de una cocina fresca, manos jóvenes de su chef Adrián Caballero que trabajan las recetas tradicionales para hacer una cocina de mercado muy atractiva, inundada por trazos internacionales. 

En el apartado de postres obtienen buena nota con todos sus comensales. Especialmente con la elaboración titulada “Sacándole jugo al limón”, compuesta por espuma, crema, helado, bizcocho y hojas, o el helado de violetas con fresas. Dos de las combinaciones más célebres.

Calle Ronda de Isasa, 10

La Cuchara de San Lorenzo

El helado está muy presente en los postres de La Cuchara de San Lorenzo, un restaurante que a base de creatividad ha confeccionado una carta muy atractiva. Por un lado, acompañando al couland está el tradicional helado de vainilla, que también acompaña al brownie de “xoco” negro. Mientras que el de “xoco” blanco se sirve con helado de chocolate.

Y para los que quieran ir más allá de combinaciones de siempre y apuestas seguras, su torrija caramelizada con sopa de coco y helado de canela.

Avenida de San Lorenzo, 2

Puerta Sevilla Taberna Restaurante

El restaurante Puerta Sevilla, ubicado en el corazón del barrio del Alcázar Viejo, representa la perfecta simbiosis entre tradición y vanguardia. Con las señas del Grupo Puerta Sevilla, se muestra al servicio de la historia y la gastronomía de Córdoba.

En su amplia carta de postres, destacan los helados caseros de entre otras numerosas referencias que lo incluyen en su elaboración. Como es el cremoso de chocolate blanco con helado de mango y azahar, o la tarta de chocolate, un clásico, con trazas de naranja y el contraste del helado de menta. Pero como estrella, en opinión de uno de nuestros críticos, “una espuma de crema catalana con gel de avellanas y helado de canela en la que el frío del helado con lo etéreo de la espuma crean una armonía de contrastes muy gustosa”.

Calle Postrera, 51

Restaurante Almudaina

En un lugar privilegiado de Córdoba, frente del Alcázar de los Reyes Cristianos, se encuentra el restaurante Almudaina, como puerta de entrada al barrio de la Judería. Su propuesta es gastronomía tradicional cordobesa, fiel a las formas y costumbres heredadas. Trabajan con productos de temporada en elaboraciones que invitan a la imaginación y la creatividad.

Muestra de ello son sus postres. Y en concreto el bizcocho de aceite de oliva con crema de limón y helado de azafrán, o el lingote de aguacate dulce con crujiente de pistacho, ambos con el toque fresco del helado. Dos referencias para no olvidar.

Plaza Campo Santo de los Mártires, 1

Restaurante La Lágrima

En la Lágrima, el segundo establecimiento de los dueños de La Tinaja, disfrutan con una cocina creativa mediterránea. El propósito del establecimiento es ofrecer a los clientes una experiencia gastronómica completa, dando prioridad a la calidad desde las tapas hasta los postres.

Y en este apartado encontramos dos nombres que por el éxito entre el público habría que escribirlos en mayúscula. Por un lado, la torrija de pan brioche de té verde matcha con helado de panacota y el tocino de cielo de maracuyá con helado de guinda e infusión de regaliz rojo.

Plaza de San Pedro, 1

Taberna Casa Rubio

Al llegar a Casa Rubio hay que tener la intención de hacer hueco durante la comida para poder probar alguno de sus postres. Como en toda su carta, apuestan por la gastronomía cordobesa, por recuperar recetas tradicionales haciéndolas atractivas con añadidos inesperados.

Hablamos por ejemplo del pastel cordobés con helado de limón, o de la sopa de naranja con bizcocho de almendra y helado de Aceite de Oliva Virgen Extra (AOVE). Pero entre las estrellas de los finales está la tarta sacher con helado del albaricoque. Ya lo decíamos, al menos uno hay que probar.

Calle Puerta de Almodóvar, 5

Tellus

El joven chef Antonio López, perteneciente a las nuevas generaciones de estrellas de la cocina, está al frente de Tellus. Este restaurante tiene en su ADN la pretensión de ser algo más que un espacio para saborear y degustar calidad e innovación. Quiere ser un lugar para el encuentro a través de la gastronomía.

Y a esta labor le ayudan sus elaboraciones, jugando con las texturas, los sabores, recreaciones de siempre con toques de hoy. Entre sus atractivos están sus postres y helados. Para explicar lo que contamos, sirva su vistoso brownie, pastel popularmente conocido, con helado de praliné de avellana y sopa de chocolate blanco. Un plato que tiene competencia en la torrija empapada de leche fresca y caramelizada, acompañada de helado de mascarpone.

Calle María la Judía, esq. Conchita Cintrón

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