Los recomendados por nuestros críticos en el casco histórico de Córdoba

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La zona más monumental de Córdoba permite no sólo empaparse de la cultura, historia y arte cordobés, sino también darse algún que otro caprichito gastronómico de nivel. Nuestros críticos han hecho una selección de los mejores establecimientos donde comer de lujo en el casco histórico de la ciudad. ¡Toma buena nota y decídete por uno de ellos!

El crítico Rolandino se decanta por Casa Palacio Bandolero (Calle Torrijos, 6), de la que asegura que «conjuga una calidad indiscutible con un éxito constante. La cocina, con indudable inspiración árabe, es un resumen de la mejor tradición cordobesa». Además, destaca por «un fabuloso salmorejo con huevos de codorniz y taquitos de jamón ibérico» y el tradicional y muy recomendable «rabo de toro Puerta de los Califas, una de las estrellas de la carta».

Pero no sólo de salmorejo vive el hombre, y la carne y los arroces son una apuesta segura en esta casa.

Otro de los imprescindibles es Casa Pepe de la Judería (Calle Romero, 1), uno de los favoritos de Mercedes Cabrera para los amantes de la comida tradicional. Ella recomienda su mazamorra, las croquetas, el gazpacho y dejarse seducir por alguna de sus piezas de cordero.

No lejos de allí está otro de los pesos pesados de la gastronomía local: El Churrasco (Calle Romero, 16). A Rolandino no le puede gustar más: «Casi cincuenta años contemplan a El Churrasco.Desde entonces, Córdoba disfruta de un restaurante extraordinario, sobresaliente, superlativo», asegura. Nuestro crítico hace un recorrido pormenorizado por todas sus fortalezas:  «Su cocina es de primer nivel, fiel siempre a la tradición, con un producto de calidad superior y tratada con amor, esmero y buen criterio. Su carta, amplia en la oferta, es un monumento al buen gusto y al respeto a la historia. Sin duda las modestas berenjenas fritas, crujientes, tanto a la miel como acompañadas de un soberbio salmorejo son un buque insignia de la casa, como lo son también tanto el churrasco al carbón de encina o las exquisitas cocochas de merluza al pil pil. Y su bodega, preciosa y cuya visita es obligada, es impresionante, apabullante».

El cuarto elegido es El Caballo Rojo (Calle Cerdenal Herrero, 28). «Su extensa carta es un constante tributo a la cocina tradicional cordobesa, con evidente inspiración en la antigua cocina mozárabe; entre los platos que nadie debe dejar de probar allí encontramos los soberbios centros de alcauciles con habitas, un clásico de la casa, el rape mozárabe, el notable rabo de toro y las excepcionales alcachofas a la montillana,en su día merecedoras del premio nacional de gastronomía y que mantienen hoy plena vigencia. Además de estos imprescindibles, dispone de una amplia oferta de platos de pescado y carne, e interesantes platos cuchara como las habichuelas con perdiz.

Con una importante carta de vinos y un servicio de vieja escuela, el Caballo Rojo sigue siendo una apuesta segura», resume nuestro crítico.

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