Rocío y Miguel Villar, Taberna Miguelito: «Córdoba es un referente gastronómico a nivel nacional»

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Miguel Villar Mora (MV) y Rocío Villar López (RV) son mucho más que padre e hija. La tradición de restauradores y hosteleros en su familia comenzó en 1912. cuando el abuelo de Miguel montó la primera taberna en el Barrio de Santiago. La proximidad de El Arcángel hizo que la Taberna Miguelito fuese bautizada en sus comienzos como Bar Gol. Pero a partir de 1999 cambió su nombre al actual.

_ Ni Miguel ni Rocío pensaron en continuar con el negocio, entonces ¿fue el destino el que los devolvió a la senda donde empezó todo? 

_ MV: Si mi padre viera a su nieta detrás de la barra, le encantaría. Él me intentó convencer para continuar la tradición pero yo prefería dedicarme a otra ocupación pero muchas veces el destino se empeña en devolverte a tus orígenes

_ RM: Yo regresé a la hostelería, tras estudiar diseño de moda, porque en el mundo de la moda no era feliz. Yo necesito tener contacto directo con el cliente y ver su cara de felicidad. Para mí es natural trabajar mientras que los demás se divierten y descansan. ¡No me importa!

_ ¿Qué les ha aportado la Taberna Miguelito a nivel personal y profesional?

_ MV: Nos ha dado la felicidad. El mayor tesoro que tiene un tabernero es poder hablar con una generación entera que entra a tu casa para tomar vino, contarte sus alegrías y sus penas. El metro de barra es el mejor confesionario que hay.

_ RV: Nuestra filosofía es que el cliente esté cómodo y se sienta como en casa. Darle un trato cercano y personalizado, un buen servicio,

_ ¿No le da miedo que el público identifique Taberna Miguelito con una buena coctelera y se olvide de sus especialidades gastronómicas?

_ MV: No, porque gracias al amplio horario hay público para cada hora.

_RV: Como cordobeses es necesario que enseñen al hostelero a tener el vino Montilla- Moriles y al cliente a saberlo consumir. A día de hoy no se valora lo suficiente. Nuestro vino es único. No tiene alcohol añadido, es suyo natural. No nos sabemos vendernos ni consumirnos.

_ ¿De dónde viene su afición por la coctelería?

_ RV: A mí siempre me gustó. Y cuando decidí quedarme a trabajar con mis padres, pensé canalizar mi creatividad de esta forma. Además la coctelería y la cocina está muy próximas. Al fin y al cabo estamos hablando de fusión de sabores. De todas formas, hay mucho por hacer para que el público se acostumbre a comer o cenar con cócteles en vez de con cerveza y vino. Sin embargo, afortunadamente la coctelería ya no da miedo y se dejan aconsejar por nosotros. Las combinaciones más solicitadas por los clientes cambian a lo largo del día y los gustos masculinos y femeninos son muy diferentes

__ MV: Yo le debo a la vida el haberme dado una hija tan creativa, volcada en la hostelería. Lo más bonito es que un cliente se deje aconsejar por ella.

_ Si Córdoba fuera un cóctel ¿a qué sabría?

_ RV: Sería una mezcla muy compleja porque tiene muchos perfiles: dulce, misteriosa, con aroma a azahar y fresca. Se me ocurre que podría llevar Pedro Ximénez, un buen fino, zumo de tomate, etc

_ ¿Cómo ha cambiado la idiosincrasia de la taberna cordobesa?

_ MV: Se ha ampliado a la clientela femenina. Antes sólo entraban hombres y ahora vienen familias.

_ RV: Yo siento que tanto en la gastronomía como en coctelería me han dejado protagonizar mi propia revolución. No me he sentido discriminada por ser mujer. Desde el comienzo mis compañeros de profesión me han respetado e integrado como una más. Santiago Madueño, Jaime Añón y José Ropero me han arropado y protegido mucho.

_ ¿Taberna y sofisticación es una combinación posible?

_MV: Córdoba se sabe vender. De hecho es una referencia gastronómica a nivel nacional. No sólo los Estrellas Michelín dan categoría a nuestra comida, las tabernas también contribuimos. Nuestro eslogan es: Como antes, pero mejor. Se mantiene lo bueno, pero puliendo detalles. Nos hemos acercado a un público más juvenil y las generaciones interaccionan. Nosotros ‘heredamos’ familias.

_ RC: En nuestra carta no faltan propuestas sorprendentes como: EL eclipse negro de salmorejo, el flamenquín de 64 cm, nuestra variedad de risottos (como el de rabo de toro), croquetas de salmorejo, langostinos con guacamole, cazón en adobo, bacalao de Islandia, brochetón de atún o de solomillo. Los reyes del postre son: tarta golosa, el helado frito. »

_ ¿Cómo se vislumbra el futuro de Miguelito?

_ MV: El futuro de Miguelito es Rocío y espero que un nieto que tengo también continúe con el negocio. Me jubilo el próximo mes de mayo, pero en hostelería nunca hay un «último día» para trabajar. Me dedicaré a observar el negocio desde fuera pero de una manera mucho más relajada porque está Rocío para atenderlo y confío plenamente en ella.

_ RV: No se trata de cederme el testigo. Nosotros llevamos siete años trabajando codo con codo, con funciones perfectamente diferenciadas. Junto a mi madre formamos un gran equipo. Yo si tuviera hijos y a ellos les gustara, me encantaría que siguieran la tradición.

_ ¿Hasta que punto es compatible trabajar en familia?

_ RV: El truco está en olvidarse de la taberna cuando llegas a casa. Los problemas de la taberna se quedan fuera. La perseverancia, el trabajo y el valor de dar la palabra es lo que he aprendido trabajando a su lado.

_ MV: Mi hija me ha aportado tranquilidad. Gracias a ella he dejado de ser el típico tabernero cordobés impulsivo. Quizás la tranquilidad me la ha dado ver que puedo confiar en ella y que cumple con su trabajo.

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