Solera Cream: para suaves paladares

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Si hace unas semanas hablábamos del hermano pequeño de este vino, me refiero al Pale Cream, ahora le toca el turno al Cream, que no vayan Vds a creer que la única diferencia es la palabra Pale…

En fase olfativa, no destaca su intensidad, siendo media en este caso. Si tenemos en cuenta que un cream es un vino generoso de licor, fruto de una combinación entre olorosos y vinos dulces naturales, o entre olorosos y mosto concentrado, dependiendo de cómo de viejo sea el oloroso, tendremos más o menos intensidad aromática. Y además, el empleo de PX o de mosto concentrado también aporta unos determinados matices. En este caso, al no tener intensidad alta, vemos como el oloroso empleado no es viejo, aunque destaque la madera y fruto seco, y la sensación oxidativa, y los matices dulces, que los hay, en nariz no vienen con aromas de pasificación, sino que son más bien de fruta escarchada, alguna punta cítrica y de fondo un olor arropado, como a mosto cocido, tostado. Es un vino con 15 por ciento vol que no molesta.

En boca, la segunda diferencia con el «pale», y es su mayor cantidad de azúcar, entre 60 y 140 gr/l, que le aportan un mayor volumen y sensación cremosa. Es un vino de textura sedosa, sin astringencia y de un fácil beber, siempre frio, ya que la acidez es más agradable y el dulzor es menos empalagoso. Incluso con hielo puede estar muy bien y novedoso, ahora en la moda de los vermut, con una rodaja de naranja. Justito de persistencia aromática por retronasal.

Para acompañarlo, postres de queso azul, arroz con leche, leche frita, …¡ancha es Castilla! Es un buen vino para iniciarse en generosos.

Un nuevo vino catado de la bodega fundada en 1902 y que sigue teniendo «La mujer cordobesa» de Julio Romero de Torres, su imagen corporativa..

Ver los comentarios