El sandwich de langosta ¿con truco? de La Taberna del Río

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Santiago Chamorro y Guzmán Vega son los dos chefs que crean la magia de La Taberna del Río. Con la vuelta a la actividad y coincidiendo con la llegada del verano, han diseñado una de sus cartas más healthy y refrescante

«Hemos apostado por fruta, verdura y por productos menos elaborados», aseguran. Una buena muestra es el ceviche vegano de setas, que no es más que setas crudas marinadas con leche de tigre vegana y con gazpacho de ají. «Súper colorido, refrescante y elegante», como lo definen sus creadores.

Justa mención merece su coca de garbanzo, con labneh de oveja, calabacín salteado y pesto de menta. «Tiene fusión de cocina griega y árabe», advierten.

Pero ante todo, insisten en que su cocina siempre se ha caracterizado por «ser versátil y fácil de comer».

También resulta sorprendente. Como ejemplo valga su sandwich lobster, típico de la costa estadounidense pero españolizado con una mahonesa cítrica con limones y naranjas de la zona. «También utilizamos bogavante nacional con toques de pepinillo agridulce en vez de langosta como en la receta original», revelan.

Para los amantes del atún tienen el cardillo de hinojo. Una especie de gazpacho texturizado con lomo de atún a la brasa que se sirve con edamame fresco y codium. Se trata de un pescado a la brasa con guarniciones frías pensando en aportar frescura para la época veraniega.

Su nueva propuesta incluye la tosta de hojaldre, atún rojo y foie fresco a la plancha hecho al momento. «Es de los platos que está saliendo más y es una reconversión del tuétano a la brasa que llevaba tartar de atún encima», explican.

Y cuando llegan a los postres sorprenden a sus comensales con Patios de Córdoba. «Es un helado de flores que elaboramos con esencia de jazmín y azahar», explican.  Se sirve en compañía de una flor frita del Valle del Guadiato, con un gel de geranio y una tierra húmeda de chocolate (con esencia de tierra de verdad).

Los otros dos postres son la Tarta de la Abuela y una tarta de zanahoria, que es un clásico que nunca habían tenido. «Es un bizcocho muy muy jugoso que al comerlo resulta una explosión de especias y va acompañado de una sopa de té negro y mandarina. ¡Tenemos pocos postres pero que gustan a todos los públicos!»

Ver los comentarios