NOVEDADES
La abacería Antípodas se pasa a la cocina caliente en su nueva carta
El local de la calle Chaves Nogales renueva su propuesta gastronómica con una selección de platos donde no faltan las frituras, los montaditos o el marisco cocido al momento
La Abacería Antípodas es un pequeño local enclavado en la calle Chaves Nogales que acaba de estrenar nueva carta.
Su propietario y chef, Jesús Villota , le puso este nombre a su restaurante porque durante varios años vivió en Nueva Zelanda donde trabajaba como cocinero.
Vecino de Nervión de toda la vida, durante una excedencia laboral en su trabajo, encontró el local que le haría cambiar de vida para trasladarse a su Sevilla natal y abrir su propio negocio.
Como comenta Jesús, al principio el local no contaba con salida de humos, por lo que solo podía dedicarse a los productos típicos de abacería con platos de cocina fría y algún toque «gourmet».
Hace dos años consiguió la licencia de cocina que le permitiría incorporar algunos platos calientes a su propuesta, que en su momento, estaban pensados para compartir. Ahora ha renovado su propuesta elaborando una carta de cervecería clásica , donde el buen producto es el protagonista.
Entre sus novedades se encuentra el marisco cocido al momento, con gamba blanca de Huelva y langostinos tigre, frituras de pescado, como boquerones al limón, chocos y pavías de bacalao, así como croquetas caseras, lagrimitas de pollo o patatas bravas.
También ofrecen guisos que cambian cada temporada , y otros que se mantienen, como los huevos a la flamenca, pisto manchego con huevo de codorniz o carrillada al oloroso con patatas.
Han creado un nuevo apartado donde el huevo cobra especial protagonismo ya que han empezado a utilizar los huevos ecológicos de la marca madrileña «Cobardes y gallinas» , a los que suman productos de temporada como boletus y níscalos.
Sin embargo, esta incurisón en la cocina caliente no le ha hecho perder sus productos de abacería, los cuales conservan en la carta.
En el apartado de picoteo frío, ofrecen almendras fritas caseras, ensaladilla, aliños, mejillones gigantes en escabeche que sirven sobre patatas chips o anchoas del Cantábrico, latas de Herpac Barbate, así como un apartado de quesos y chacinas.
Como complemento a su oferta gastronómica —abren todos los días con cocina abierta sin interrupciones— se han introducido en el mundo de las catas privadas con reserva previa.
Con un mínimo de seis personas, se puede acudir al local a recibir una «masterclass» de vinos o cervezas artesanas , donde además de catarlos, se disfruta de una propuesta de tapas con maridaje.
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