APERTURA
Vinoqüe, una nueva abacería dedicada al vino y los quesos artesanos en la calle Moratín
Se trata de un espacio centrado en el matrimonio de vinos y quesos que apuesta por el «copeo» de referencias andaluzas, catas y tapas «sin fogones»

¿Qué tipo de sitio es? Vinoqüe es una pequeña abacería que acaba de abrir en la calle Moratín . Un espacio con mesas altas y una pequeña terraza donde disfrutar de una nutrida carta de vinos por copa, quesos de diferentes tipos, tapas y chacinas.

¿Quién lo ha montado? El responsable de este nuevo proyecto en el centro de Sevilla es Luis Felipe Sánchez Vaquera (Pipe, como le conocen sus más allegados). Un sevillano que se inició en el mundo de la hostelería a sus tempranos veinte años y que, a pesar de iniciar sus estudios en Arquitectura, dejó la carrera para adentrarse de lleno en el sector hostelero.
Tras trabajar en países como Inglaterra, Bangladesh, Estados Unidos y Cuba, hace un año regresó a su Sevilla natal para cumplir su sueño de montar un negocio propio.
El pasado diciembre se hizo con esta antigua cafetería que ha renovado por completo para crear la abacería que hoy regenta.

¿Cuál es su filosofía? Pipe tenía claro que «no quería un local con cocina porque quería gestionarlo solo» y siempre quiso «tener un sitio pequeño que yo pudiera manejar con facilidad». Su idea es ofrecer una carta sencilla, pero «con productos de calidad».
Apuesta por vinos de regiones andaluzas como la Sierra Norte de Sevilla, Ronda, Cádiz o Granada , así como pequeños productores y maestros queseros que elaboran sus quesos de manera artesana. Para conseguirlo, cuenta con el apoyo de un familiar con una producción quesera que le guía para seleccionar las opciones que incluye en su carta.

¿Qué más hacen? En un futuro muy próximo planea ofrecer catas de vinos, quesos de diferentes tipos y maridajes con productos como el chocolate, así como organizar diferentes experiencias en torno a su oferta gastronómica.
También se encuentra en proceso de generar colaboraciones con otros hosteleros de la zona para organizar pequeños eventos conjuntos que vayan rotando de local con el objetivo de impulsar los pequeños establecimientos de la zona y generar «una buena convivencia de los propietarios del barrio» y «ayudarnos unos a otros», explica.

¿Qué se puede comer? Al ser un local que no cuenta con una cocina per se, el espacio juega, además de los quesos, con tapas de «picoteo» frío, chacinas y montaditos.
La primera bebida la acompañan con una mantequilla especial que ellos mismos elaboran acompañada de regañás, mantequilla de caballa y cebollino o de albahaca y cebolleta.

En el primer apartado de la carta encontramos su sección quesera dividida por tipos, como quesos de cabra, de oveja, de vaca y varias tablas combinadas, de regiones nacionales como Sevilla, Cádiz o Murcia, así como quesos franceses, italianos y holandeses.

Le sigue un apartado de «especialidades» que incluye tapas como ensaladilla, su «bocadito de Bea», una anchoa 00 del Cantábrico sobre sobao pasiego , tosta de ijada de Barbate con cubitos de tomate o su «cigarrillo ibérico» , una pasta filo que envuelve un cremoso de sobrasada y miel para emular los «habanos» a los que Pipe se aficionó durante los cuatros años que vivió en el país cubano.
Para los que busquen algo más «calentito» y contundente, ofrecen cuatro guisos que les provee una cocina cercana, con opciones clásicas como espinacas con garbanzos, carrillada ibérica, pisto y atún encebollado.

¿Qué más hay? En el apartado de chacinas cuentan con una variada s elección de productos ibéricos provenientes de Frenegal de la Sierra (Extremadura), como carne mechada, chorizo, salchichón o panceta curada.
De su barra también salen montaditos y brioches con panes elaborados especialmente para ellos en la panadería Picnic del Mercado del Arenal. Los tienen de solomillo al whisky, de prueba de chorizo y de pringá que sirven en pan cristal, así como dos brioches: uno relleno de lomo de Orza, canónigos y gorgonzola, y otro de mechada con queso trufado.

¿Tienen algo de postre? En el apartado dulce ofrecen un cremoso coulant de chocolate casero.
¿Y beber? Como apasionado de los vinos, Luis Felipe ha creado una carta con hasta quince referencias de tintos por copa, con referencias de diferentes D.O., como Rioja, Ribera del Duero, Toro y algunos andaluces, que huyen de las marcas más conocidas.
También cuentan con varios blancos por copa, un rosado y una sección de generosos.

¿Qué hay del local? Se trata de un pequeño local con terraza que hace esquina en la calle Moratín, con diferentes ventanales que lo convierten en un espacio luminoso a pesar de sus dimensiones.
Decorado con mesas altas de madera, pequeñas barras con taburetes que dan al exterior , y elementos en azul Prusia y gris antracita, ofrece una estética cuidada y agradable.
Los encargados de toda la decoración y el diseño de la identidad corporativa ha sido el propio Luis Felipe acompañado de su mujer, quien le ha ayudado a elaborar las cartas y a elegir los materiales del espacio.
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