Casa Arturo en Gines: «Asturias y Portugal en el Aljarafe»
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Llevan haciendo el mejor revuelto de bacalao de toda Sevilla desde hace más de cuatro décadas , pero los nuevos aires que llegaron a Casa Arturo en Gines hace casi diez años tienen olor a cabrales y a fabada asturiana.
El que suscribe conoció el mentado establecimiento del Aljarafe cuando solo abrían en los fines de semana y ofrecían en su carta revuelto de bacalao, ensalada y carne a la brasa. Y dos postres, mousse de chocolate y de limón.
La vuelta a Casa Arturo ha sido toda una satisfacción porque a ese inmejorable bacalao a la portuguesa han incorporado -la nueva dueña, Teresa y su familia- lo mejor de la cocina asturiana . Así las cosas, ofrecen una carta realmente atractiva y donde el triángulo Portugal-Asturias-Sevilla se unen sutilmente para delicia de los clientes de toda la vida y los nuevos que se han sumado.
Además, al antiguo salón tipo mesón, que se mantiene con algunos cambios en la decoración, se ha añadido una deliciosa terraza para disfrutar de los aires y de las noches aljarafeños.
La carta es amplia y variada: ensaladas y verduras, su oferta de entrantes, carnes y pescados a la brasa, guisos caseros y dos especialidades: bacalao dorado y fabada asturiana. Pero hay también la opción de comer de tapeo.
Empezamos por las tapas. Un carpaccio de gamba blanca con virutas de foie y pistacho . Bonita la presentación y magnífica la materia prima. Un plato muy agradable para el inicio y que precedió a unas croquetas (de puchero, gambas o jamón), totalmente caseras y con un puesto muy elevado en el ranking croquetero sevillano… La masa bien elaborada, sabrosa y el ‘envoltorio’ en su punto: ¡Casi de diez!
Después llegaron unas lagrimitas de faisán con una salsa de mostaza . Nada que objetar salvo que en este tipo de producto, que está rebozado en harina y pan, es difícil distinguir si el ave que contiene es faisán o pollo.
Y atacamos las «especialidades» de la casa. El bacalao dorado , como decía antes, sigue siendo de los mejores que se hacen en Sevilla. En poco sitios se combinan tan bien los tres elementos de este plato, las patatas fritas pajas, el bacalao y el huevo, manteniendo el sabor de los tres. Por poner alguna pega, se nos hace un poco caro el precio de la ración (13,50 euros) aunque la calidad hay que pagarla.
Otro plato que se ha incorporado a la propuesta, con aires asturianos, es el mini cachopo relleno de jamón ibérico y queso viejo , una tapa a un precio, esta vez sí, razonable (6,50 euros).
Y acabamos -la parte salada- con una presa ibérica a la brasa, en la tradición de calidad de esta casa. De acompañamiento, unas patatas asadas y una salsa picante. Añadir que la guarnición de casi todos los platos son patatas fritas de buena factura.
Y de postre un clásico, tarta de la abuela o lo que es lo mismo, tarta de galletas con chocolate .
Casi no se puede pedir más. Un lugar tradicional del Aljarafe que se ha sabido renovar y es ya todo un clásico en la restauración de la provincia.
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