Maquila: «Las vueltas que da la vida»

Este es uno de esos casos que nada más entrar ya se puede observar la mutación que ha experimentado, de hecho, empezó como una fábrica de cerveza artesanal y aún conservan varios grifos en su barra. Actualmente tienen externalizada esa producción y han pivotado hacia un modelo de bistró gastronómico con su chef David Fernández a la cabeza.

Como digo en el local se nota la transición de bar a restaurante, detalles que van añadiendo poco a poco y alguno como los taburetes que deben adaptar todavía a su nuevo camino.

Empieza la comida con una ensaladilla esplendoros a, en este caso con una ventresca de atún que curan en la casa y que acompañan de encurtidos, un maravilloso descubrimiento.

Tras esto llegan unas patatas bravas con dos salsas caseras , un alioli clásico y otra que sabe a sofrito lento de verduras con un leve picante.

Nos vamos a Sanlúcar de Barrameda con las verduras desterradas de Rafa Monge , que desarrolla un cultivo agroecológico muy particular y en Maquila cocinan sus productos con un hummus libanés, en este caso la materia prima es de altísima calidad y está bien cincelada por cocina.

El fuera de carta es otra pata de apoyo en Maquila y con la almadraba recién estrenada no pude resistirme al ajoblanco con tarantelo de atún rojo y tomate , una combinación que hizo popular el televisivo Alberto Chicote en su extinto restaurante Nodo.

Termina la parte salada con un arroz de pato y setas , con una demi glace de los huesos del mismo pato que le hace ser un plato pesado, aunque cargado de sabor. El dulce final es protagonizado por un buen suflé de chocolate.

Maquila es de esas sorpresas agradables que te llevas de vez en cuando, vine por la recomendación de un cocinero y fue todo un acierto , un concepto que tiene aún que evolucionar en algunos aspectos, pero cuenta con una propuesta en cocina más que redonda.