La Fresquita cumple 30 años de ambiente cofrade y cerveza bien tirada
El establecimiento abrió el 24 de febrero de 1993 y desde entonces ha sido punto de encuentro del público sevillano

Son pocos los establecimientos del Barrio de Santa Cruz que pueden presumir de acumular varias décadas de historia, una zona en la que en los últimos años han proliferado negocios de aire cosmopolita que quieren atraer al turismo.
Por eso cuando una taberna que rezuma sevillanía por los cuatro costados llega a los 30 años hay que pararse un momento a reflexionar. La Fresquita es ese punto de referencia cofrade que dilata la Cuaresma durante los doce meses del calendario . Esa parada necesaria cuando la sed aprieta y se quiere saciar de la manera más auténtica.
Pepe Rodríguez abrió el establecimiento el 24 de febrero de 1993 . Esa fecha estaba predestinada para él, ya que años más tardes nacerían sus hijas en el señalado día (una en 1996 y otra en 2001).
Treinta años después de abrir por primera vez, Pepe presume orgulloso de seguir ofreciendo el mismo servicio en su pequeño local. «Una taberna nunca debe dejar de ser una taberna» , subraya. «Hay que seguir poniendo altramuces y aceitunas y no renunciar a nuestras tapas más clásicas».
Por su barra pasan cada día delicias olvidadas en la mayoría de establecimientos sevillanos : desde carne con tomate hasta menudo, higaditos de pollo, bacalao con tomate o sangre encebollada.
De su ambiente poco hay que decir, pues todo el que la visita sabe que es el mundo de la Semana Santa el que le da sentido. «Somos un referente cofradiero no solo para el sevillano , también para muchos clientes que vienen de otros puntos de Andalucía y aprovechan la Cuaresma para empaparse de este ambiente», señala.

A La Fresquita no hay por qué ir acompañado. Allí siempre se encuentra una conversación y un buen recibimiento . «Siempre hay con quien charlar un rato de Semana Santa, de toros, de fútbol, de política... eso sí, desde el respeto y el cariño».
Y para buen ambiente el de «Los frescos», como popularmente se conoce a los miembros de la asociación cultural y cofrade Amigos de la Fresquita a la que pertenecen insignes nombres de Sevilla. «Este año el pregón lo ha dado Carlos Herrera, por fin hemos recuperado nuestras reuniones que tan necesarias y agradables nos resultan», dice refiriéndose a los años de parón a causa de la pandemia.
Y con ese ambiente y ese carácter genuino La Fresquita sigue dispuesta a seguir cumpliendo años y (esperemos) décadas.
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