¿Qué se come en La Mazaroca, el bar de Arahal donde ha cenado el Rey Felipe VI?
La Mazaroca es uno de los espacios gastronómicos con más carácter de Arahal, la localidad sevillana de la que tanto se habla en las últimas horas porque el Rey Felipe VI paró allí a cenar la noche de este domingo . Este establecimiento puede presumir de ser uno de los más singulares de la provincia de Sevilla, ya que además de llevar casi cinco décadas abierto su cocina ha encandilado a comensales de los pueblos cercanos y la capital.
En GURMÉ repasamos cómo es este establecimiento y qué se puede comer allí , conscientes de que a partir de ahora suscitará un gran interés para gran parte de la sociedad. Al frente está la familia Blanca , que el patriarca (Manuel Blanca) abrió en 1973. Sus hijos Demetri, Silverio y Jorge son los que están ahora al frente de este espacio, siendo Jorge el que se encarga de los fogones.
La Mazaroca comenzó siendo una bodega de vinos con aceitunas, embutidos y conservas ; hasta hoy, con una cocina poco vista, moderna y con clientela heterogénea.
¿Qué se come en La Mazaroca?
La aceituna gordal de Arahal es una de las estrellas de la carta y no falta en ningún aperitivo, tampoco en el que el monarca tomó este domingo. Además de tapas tradicionales, tiene una serie de recetas elaboradas que se han consolidado entre su público, como su ensaladilla de gambas o su cóctel de marisco con ventresca confitada .
El flamenquín de mero es una de las especialidades de la casa , además de su pluma ibérica con jamón o su milhoja de foie con queso de cabra. Hay revueltos y un gran surtido de croquetas, entre las que destacan las de carrillera, gambas al ajillo o caña de lomo ibérica.
A pesar de llevar casi medio siglo abierto, este establecimiento no ha renunciado a modernizarse y ha incluido recetas actuales y de corte internacional, como un poke bowl (típica ensalada hawaiana), fajita de pollo y foie con queso cheddar o una pizza de langostinos al ajillo con base hecha de tinta de calamar .
El atún rojo tiene su sitio en la carta de este espacio , como se aprecia en una coca mozárabe de atún rojo o en su tarantelo de atún rojo al ajillo. Mención aparte merecen sus gambones , todo un clásico de su cocina, o su presa ibérica rellena de huevo campero.
Para los carnívoros también tienen recetas como codillo de cerdo a baja temperatura, lomo de ternera asturiana o una versión particular del solomillo al whiski.
El espacio está cargado de sabor y tradicionalmente contaba con una amplia barra en la que era difícil coger sitio y mesas altas, aunque la pandemia le obligó a transformarse y llenar el local de mesas bajas.
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