Pelar avellanas

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Si tenéis avellanas sin tostar o poco tostadas, y conservan aún su piel fina, podréis eliminara fácilmente introduciéndolas unos minutos en el horno precalentado a unos 130ºC ó 140ºC. Colócalas esparcidas en una bandeja de horno y vigílalas para que no se quemen. No tienen que coger color sino tan sólo calentarse un poco para que, al sacarlas, colocarlas en el interior de un paño y frotarlas unas contra otras, se desprendan las pieles.

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