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Pepa Montes, su vida a través del baile

M.CARRASCOSEVILLA. Era una presentación al uso, pero no había la tradicional mesa con los micrófonos, sino que sobre un estrado se situaban varias sillas de anea verdes, pintadas de colores al modo

Alberto García Reyes junto a la bailaora Pepa Montes y el volumen de su biografía./J. M. SERRANO

Era una presentación al uso, pero no había la tradicional mesa con los micrófonos, sino que sobre un estrado se situaban varias sillas de anea verdes, pintadas de colores al modo sevillano, y junto a éstas, las también tradicionales mesas redondas, con agua en lugar de cañeras.

Un nutrido público se daba cita impaciente y entre éste, artistas de la talla de Matilde Coral y Manolo Sanlúcar.

«Bailaora. Vida y obra de Pepa Montes», es un libro sobre danza y sobre flamenco, escrito por el periodista y crítico flamenco del diario ABC de Sevilla, Alberto García Reyes.

Y no es este un libro usual porque, según su autor, «he querido dar un paso atrás y dejar que ella, Pepa Montes cuente su propia historia». Así, el volumen recorre la vida de la bailaora y nos desvela aquellos lugares insólitos y situaciones especiales que viven quienes se dedican al flamenco. «Que nadie busque el dato -indicó el autor- porque he huido de la dictadura del dato para inspirarme más en la forma literaria de un autor al que yo admiro, como es Alberto García Ulecia, que escribió «Confesiones de Antonio Mairena» en el mismo tono de dejar hablar que yo he querido impregnar en esta biografía».

El presidente de la Diputación, Fernando Rodríguez Villalobos, organismo que ha patrocinado este volumen, anunció la intención de la institución de seguir apoyando esta colección en la que ya se han editado biografías como las de Fernanda y Bernarda de Utrera, Turronero, Niña de los Peines, o Perrate.

Por su parte, Pepa Montes, manifestó que «me considero joven para tener una biografía porque creo que tengo mucho por hacer. Pero la tengo, así como la calle en mi pueblo de las Cabezas, y todo ello me llena de orgullo». Agradeció a su esposo, Ricardo Miño, su apoyo, «porque tiene mejor memoria que yo», y aunque aseguró que «es una horita rara para el flamenco», ofreció un hermoso recital de baile acompañada por Ricardo Miño a la guitarra, su hijo, Pedro Ricardo Miño, al piano, el cante de Manuel Molina y Vicente Gelo, y Bobote y Eléctrico, al compás.

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