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La fundación Juan Ramón Jiménez mantiene cerradas su casa natal y su casa museo mientras le rinde homenaje

El 26 de octubre de 1956 el poeta Juan Ramón Jiménez recibió el premio Nobel de Literatura. Dos días después, su esposa, Zenobia Camprubí, falleció. Recordando ambas efemérides, la Fundación Juan

El 26 de octubre de 1956 el poeta Juan Ramón Jiménez recibió el premio Nobel de Literatura. Dos días después, su esposa, Zenobia Camprubí, falleció. Recordando ambas efemérides, la Fundación Juan Ramón Jiménez decidió en 2006 realizarles un homenaje con motivo del cincuentenario. Y teniendo en cuenta que el poeta murió el 29 de mayo de 1958, los patronos de esta entidad -Junta de Andalucía, Diputación de Huelva y Ayuntamiento de Moguer- proyectaron la puesta en marcha del «Trienio Zenobia-Juan Ramón». Sin embargo, a pesar de anunciar a bombo y platillo este homenaje, la Fundación mantiene cerradas la Casa Natal y la Casa Museo del poeta en su localidad de nacimiento, algo que el alcalde de Moguer, Juan José Volante Padilla (PP), ha decidido denunciar: «Nos estamos viendo privados de poder disfrutar de la Casa Museo en la que el poeta quería que estuvieran sus cosas y eso supone para nosotros un problema desde el punto de vista cultural y desde el turístico, porque muchos visitantes que vienen a Moguer con motivo del «Trienio» se tienen que marchar sin ver nada».

La polémica comenzó hace cinco años. En 2002, la sobrina nieta del poeta, Carmen Hernández Pinzón, denunció el lamentable estado en el que se encontraba la Casa Museo. A pesar de la oposición inicial de la Junta y la Diputación a restaurarla, al final se tomó la medida de afrontar un proceso de rehabilitación y elaborar un nuevo proyecto museístico. A finales de noviembre de 2006, la empresa adjudicataria de las obras, Galimatías, dio por terminado su trabajo, de manera que el patronato de la Fundación decició cerrar la Casa Natal -donde habían estado provisionalmente los fondos del autor- para volver a trasladar el material a la remodelada Casa Museo. Sin embargo, ninguna de las dos se ha vuelto a abrir desde entonces. Según el alcalde popular de Moguer, «la Junta y la Diputación han hecho todo lo posible para que uno del PP no se apuntara el tanto de inaugurar al Casa Museo». En la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía dicen que éste es un tema que coordina la Delegación Provincial, mientras que en la Delegación Provincial afirman que es una cuestión de la Consejería. Y en la Diputación ocurre algo parecido. Allí dicen que la responsabilidad es del Comité Organizador para el Trienio, presidido por Francisco Silvera, mientras que dicho comité remite a la Fundación, que lidera Antonio Ramírez Almansa. Para cerrar el círculo, éste culpa de la situación al alcalde de Moguer: «El patronato se tiene que renovar tras las elecciones y hasta que el alcalde, que es el presidente actual, no convoque un pleno, no se podrá decidir la fecha de la reapertura». El primer edil, Volante Padilla, contesta: «Lo que ocurre es que ahora la presidencia le tocaría a la Diputación, que es del PSOE, así que ellos han hecho todo lo posible por ralentizar la apertura hasta coger el cargo. Todo ha sido una cuestión entre el señor Ramírez Almansa y la empresa Galimatías. Desde que se dijo que la rehabilitación había terminado no han dejado de aparecer problemas por supuestas desavenencias entre los redactores del proyecto y la empresa que ha hecho las obras. Por ejemplo, uno de los problemas fue que había que incrementar la potencia eléctrica y tuve que solucionarlo yo contratando a una empresa de Moguer para que no se demorara más la cosa. Pero la dejadez de las administraciones del Partido Socialista ha provocado esta situación tan lamentable. ¿Cómo es posible que en ocho meses no se hayan podido trasladar unos fondos de una casa a la otra? Detrás está la mano negra de la Diputación, que quiere que no la inaugure yo, pero eso para mí es secundario».

El presidente de la Fundación, entretanto, elude cualquier referencia al enfrentamiento político y, después de haber culpado al alcalde, dice que «se está tardando todo este tiempo por una simple cuestión técnica del traslado». Aunque remata su argumentación dejando de nuevo la pelota en el tejado del Ayuntamiento: «Me imagino que el alcalde nos convocará en septiembre para solucionarlo todo».

Sea como fuere, la realidad es que desde el año 2002 la Casa Museo del poeta, que fue su vivienda habitual en Moguer y el lugar en el que él quiso que estuvieran sus fondos bibliográficos y documentales, permanece cerrada a cal y canto. En este tiempo, su casa natal, con la que él apenas tuvo vinculación, ha hecho las veces de museo. Y desde finales de 2006, año del cincuentenario del Nobel y de la muerte de Zenobia, ambas tienen el cerrojo echado. Decidir quién sale en la foto de la inauguración parece ser la razón.

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