La ciudad reconoció a Blas Infante como hijo
M. D. ALVARADOSEVILLA. La satisfacción contenida, la alegría por el reconocimiento alcanzado y las lágrimas por los recuerdos se entremezclaron ayer, festividad de San Fernando, en la celebración del

M. D. ALVARADO
SEVILLA. La satisfacción contenida, la alegría por el reconocimiento alcanzado y las lágrimas por los recuerdos se entremezclaron ayer, festividad de San Fernando, en la celebración del Día de Sevilla. El Teatro Lope de Vega fue el escenario para la entrega de medallas a instituciones que se han destacado en el desarrollo de su actividad en la ciudad y a personas cuyos méritos, logrados por su trabajo y empeño, ha tenido a bien reconocer Sevilla. Entre las distinciones, una muy especial, la del reconocimiento como hijo adoptivo de Sevilla de un notario nacido en Casares (Málaga) y que se convirtió en padre de la Patria andaluza. Blas Infante. Recogió la distinción de manos del alcalde de la capital hispalense, su hija María Luisa Infante García.
Apenas pudo contener la emoción en el escenario y poco después María Luisa, con ojos llenos de añoranza, respondía con un rotundo «mi padre se lo merecía» cuando le preguntaron por este nuevo título: «es el reconocimiento que le faltaba a mi padre». Isabel recordó la vinculación de su padre con la ciudad y, mientras se mostraba deseosa de encontrarse con otros miembros de su familia que habían asistido al acto -allí estaba su hermana María Ángeles, su hijos y sus sobrinos- apuntó que lo había vivido con mucha emoción porque se le habían venido encima muchos recuerdos: «pensaba en mi padre y, sobre todo, en mi madre», considerando que este reconocimiento a la figura de su padre era también «un homenaje a ella».
La sentida emoción de esta mujer se sumaba a la que ayer vivieron muchos a los que la ciudad distinguió durante un acto en el que, además de los importantes aplausos a los homenajeados -llamó la atención la ofrecida a Cáritas- se produjeron algunas anécdotas como la protagonizada por el alcalde al intentar colocar la medalla de la ciudad al presidente de EADS-CASA, Francisco Fernández Sáinz, y tener que hacer un nudo al estar roto el broche.
Tras el acto llegó el turno de la celebración en el Casino de la Exposición, y esta vez con sabor gallego. Una de las instituciones homenajeadas fue el Lar Gallego y esta institución, aprovechando la fiesta del marisco que organiza estos días, agasajó a los invitados al acto con los productos de su tierra: no faltaron los buey de mar, mejillones, empanadas ni otros productos de la reconocida gastronomía gallega. Además, unos gaiteros trasladaron los aires musicales de aquellas tierras a Sevilla,
Además de los homenajeados el acto contó con la presencia de la duquesa de Alba, recientemente nombrada hija predilecta de Andalucía y que el año pasado recibió la medalla de Sevilla; el cardenal, Fray Carlos Amigo Vallejo; el presidente de la Diputación, Fernando Rodríguez Villalobos; el presidente de Cartuja 93 y secretario provincial del PSOE, José Antonio Viera; el delegado del Gobierno en Sevilla, Faustino Valdés; el delegado del Gobierno de la Junta, Demetrio Pérez, así como la que fuera portavoz socialista en el Ayuntamiento Amparo Rubiales y su marido el arquitecto Víctor Pérez Escolano, y la artista María José Santiago.
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