Esteban González Murga, primer director de Valme: «El personal siempre estaba a disposición del hospital»
J. J.B.SEVILLA. Entre los pocos documentos que conserva de aquellos años -todo lo dejó en el hospital- se encuentra la copia de un presupuesto en el que las letras y números de la máquina escribir
Entre los pocos documentos que conserva de aquellos años -todo lo dejó en el hospital- se encuentra la copia de un presupuesto en el que las letras y números de la máquina escribir desglosaban los costes de una aventura: convertir aquella estructura edificada en los setenta en un hospital de 1982. No fue fácil en época de cambios políticos, traspaso de competencias y nuevas formas de gestión y prestación sanitaria.
No fue fácil ni en los pequeños detalles, cuando desaparecían los aspersores y los niños rompían las luces del túnel que hubo que construir para alcanzar la carretera. Hoy, el doctor González Murga recuerda con nostalgia y orgullo que aquel hospital fue el primero en desarrollar la Medicina Preventiva gracias a una plantilla de profesionales de primer nivel que «siempre estuvo a disposición del hospital».
Profesionales que supieron asumir que su trabajo estaba en el área sanitaria y cuya nómina mantiene el primer director en su memoria.
En el listado no pueden faltar los doctores Rico (Radiología), López Campos y González del Castillo (Anatomía Patológica), Hoyuela (M.Interna), Gallardo (Cirugía), García Pérez (Urología) De Vicente Esquinas (Oftalmología); Nieto Cortijo (ORL), Vaquero (Bioquímica), Fernández (Hematología), Blasco (Medicina Preventiva), Vélez (Psiquiatría), Morote (Traumatología), Giraldez (Pediatría), Ortega (Ginecología)... Rosa León fue la primera enfermera jefe y Tolina la matrona, responsables de aquellos primeros cursos de preparación al parto. José Antonio Díaz era administrador y Eusebio Guijo el primer conserje. El director incluso recuerda que fue la doctora Virginia Caballero la primera en firmar su contrato.
Algunos de aquellos profesionales siguen trabajando en el mismo hospital veinticinco años después.
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