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Las piscinas públicas suspenden en seguridad, climatización y accesos

Las carencias en las piscinas públicas de Sevilla se hacen más patentes con la llegada del verano y la afluencia masiva de bañistas y ciudadanos con ganas de practicar natación. De hecho, la amplia

Las instalaciones de San Pablo tienen accesos obsoletos, sin tornos ni tarjetas

Las carencias en las piscinas públicas de Sevilla se hacen más patentes con la llegada del verano y la afluencia masiva de bañistas y ciudadanos con ganas de practicar natación. De hecho, la amplia mayoría de estas instalaciones en la ciudad presenta problemas de una u otra índole, pese a lo cual se inauguran o reabren cada año. Los fallos en las calderas para el invierno y los accesos obsoletos o las deficiencias en vestuarios o seguridad a lo largo de todo el año son características comunes a casi todas. El Gobierno municipal ha puesto empeño en abrir piscinas en muchos barrios, lo que resulta loable, pero no ha invertido lo necesario en mantenimiento -ni en el aprovechamiento de horarios ni infraestructura para cursos-, por lo que en apenas unos meses se deterioran sin que se arregle desperfecto alguno, como aseguran varios empleados de alguna de estas instalaciones, que incluso hacen ver que en breve pueden producirse movilizaciones en contra de la gestión del Instituto Municipal de Deportes (IMD).

El repaso a las piscinas públicas con cierto detalle resulta demoledor y podría explicar el auge de los clubes privados en la capital hispalense. Durante el pasado invierno fueron las calderas las que no funcionaron en varias piscinas, alguna de ellas -Rochelambert, Torreblanca o Tiro de Línea- recién inaugurada. Ahora, en verano, es la seguridad, especialmente en los fines de semana, está creando enormes problemas tanto a usuarios como a los propios empleados: las peleas son continuas en Rochelambert, mientras que en la del Tiro de Línea se han encontrado navajas en el fondo de la piscina, se vende y consume droga y se producen agresiones verbales y físicas a los trabajadores casi a diario, lo que hace imposible el desarrollo de la labor de estos empleados municipales.

Además, en esta última instalación, como en la amplísima mayoría, los accesos están obsoletos, ya que adolecen de tornos y sistema de tarjeta, como ocurre en Hytasa, San Pablo, Rochelambert, Alcosa, Torreblanca o Mar del Plata. También para la forma de pago y la renovación de carnés o pases los sistemas están totalmente anticuados en casi todas las instalaciones, no admitiéndose ni la domiciliación de abonos ni el uso de la tarjeta de crédito -extendido ya hasta límites insospechados- para ello.

Luego están los problemas de climatización. En San Pablo o Hytasa, por ejemplo, se concentran puntualmente nubes tóxicas sobre las piscina. Y capítulo aparte merece la calefacción en los meses invernales, tan deficiente que no llega a funcionar en muchas de estas instalaciones. Por otro lado, en Rochelambert o Alcosa se han producido problemas laborales con los trabajadores. Y en cuanto a retrasos, la piscina de Bellavista lleva más de un año de atraso esperando su inauguración y de la de calle Crédito, varios meses.

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