La Semana Santa, en el psiquiatra
La religión, en general, vista por un psiquiatra. Y dentro de los distintos fenómenos religiosos, el análisis, aplicando el método psicoanalítico, de la Semana Santa de Sevilla. Son la premisas de las
La religión, en general, vista por un psiquiatra. Y dentro de los distintos fenómenos religiosos, el análisis, aplicando el método psicoanalítico, de la Semana Santa de Sevilla. Son la premisas de las que parte Manuel Conde Díaz, psiquiatra que ejerce su profesión en el Hospital Universitario Virgen del Rocío, y que lo ha plasmado en el libro «La Religión en el diván» (Editorial Biblioteca Nueva), que recientemente ha sido publicado y en el que este psiquiatra nacido en Badajoz pero que ha desarrollado su vida profesional en Sevilla, reflexiona sobre aspectos tan interesantes como religión, religiosidad popular y laicismo.
Según el autor, se trata de un libro «dirigido a creyentes y no creyentes, una propuesta para pensar sobre la religión como fenómeno psicosocial que acompaña a la humanidad desde el principio de los tiempos».
Es por ello que Conde Díaz analiza las distintas religiones «como parte fundamental de cualquier cultura. Y lo hago aplicándole el método psicoanalítico y psiquiátrico, porque la Religión es un fenómeno psicosocial, que afecta a los sentimientos y también es parte importante de la sociedad".
Dejando claro que se trata de un ensayo científico, el autor dice que «no estoy ni a favor ni en contra de la Religión, sino que pienso que es parte importante de la sociedad».
Semana Santa de Sevilla
Y una parte fundamental de este estudio es el de la Semana Santa de Sevilla. Tras hacer una exposición de los elementos que conforman esta expresión de religiosidad popular y los elementos que la conforman, yendo «mucho más allá del mito/rito», se adentra en un análisis de una forma de entender la Religión «importante para Sevilla y de proyección mundial».
Señala que esa forma de entender los sentimientos de las personas hacia la Semana Santa sevillana se la dio la frase del poeta Antonio Núñez Herrera: «No es que los sevillanos confíen en Dios, sino que tienen mucha confianza con Él. Por eso yo abro un diálogo con el lector y, sin descalificar a nadie, ni a creyentes y no creyentes, el psiquiatra llega a la conclusión de la enorme fuerza que tiene esta expresión de religiosidad popular. Y en Sevilla, tiene la finalidad de mantener el patrimonio».
Porque esa forma de mantenerlo se hace participando de distintas maneras, ya que el laicismo está muy presente en la Semana Santa, y en ello entra a jugar un papel fundamental los sentimientos. «Los sentimientos importan mucho en esta ciudad y la participación en la Semana Santa cuenta desde el capillita más arraigado hasta el agnóstico más exacerbado. Pero ambos conviven desde el respeto».
El rockero Silvio
Y pone un ejemplo que es significativo: el recordado rockero Silvio y su forma de plantear sus sentimientos hacia la Semana Santa y las imágenes procesionales, tanto en canciones como en su forma de entender esta religiosidad popular. «Creo que en él se concentran muchas de las cuestiones que se exponen en este ensayo».
Es más, partiendo de Silvio, el autor llega a proponer un santoral laico equiparando los procesos de santificación y de acceso a la condición de héroes sociales de artistas o científicos, lo que viene a corroborar «la manera tan singular y extraordinaria que tiene este ciudad de entender la Religión y en concreto la Semana Santa» «En las actuales sociedades secularizadas, en donde la religión no es el sistema ideológico hegemónico que regula los intercambios sociales, no son los santos los número uno en ventas de las devociones sociales. Los héroes actuales pertenecen a diversas actividades y extracciones sociales: pensadores, políticos, militares, científicos, artistas, deportistas, gente común».
El libro está dedicado al capataz de Pasión Antonio Laguillo, «un hombre de la trabajadera, no un capillita al uso», al que también pone como ejemplo de toda esa religiosidad popular que emana de la Semana Santa sevillana, ahora en el diván de un psiquiatra.
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