Hazte premium Hazte premium

Rescate del espeleológo sepultado en perú

«Habíamos perdido la esperanza»

Su familia, ya tranquila, y el accidentado elogian a sus compañeros «por no dejarle nunca solo»

«Habíamos perdido la esperanza» efe

m. j. álvarez/M. A. Barroso

Ha estado doce días sin ver la luz. En Intimachay (Leymebanba), en las entrañas de una sima estrecha, fría y húmeda –situada a 400 metros de profundid ad– a la que cayó el 18 de septiembre en plena selva amazónica.

A oscuras también han estado sus padres, su hermana y su pareja. Se trata del espeleológo madrileño Cecilio López-Tercero, biólogo de profesión para quien su pesadilla finalizó el martes pasado a las 20.48, hora española, cuando el equipo mixto español-peruano logró rescatarle de las «profundidades de la tierra» , como él mismo explicó en una emotiva carta.

«Una de las primeras cosas que hizo Ceci fue llamarme. Solo entonces me tranquilicé y me animé», relató ayer su madre, María Luisa Sánchez. «Llevaba doce días encerrada esperando que el teléfono sonara y escuchar su voz. Me dijo que estaba bien y que no me preocupase», afirmó, en declaraciones a Onda Cero.

Su hijo, que se encuentra en la Clínica Anglo Americana de Lima con la única compañía de su pareja Natalia tiene solo una vértebra lumbar fracturada , la L3 en su parte anterior, la menos peligrosa. «Ha tenido mucha suerte. Soldará sola y, en principio, no habrá que operarle: tendrá que llevar una faja y guardar reposo unas 12 semanas», explicó a ABC Raúl Melero, portavoz de la Federación Madrileña de Espeleología. No obstante, está maltrecho y sufre contusiones por todo el cuerpo. «Le están haciendo un minucioso examen de los nervios y de la musculatura. Le darán el alta en unas 72 horas. Esperamos que la semana que viene regrese a España», indicó.

«Son unos héroes»

«No me han dejado nunca solo». «No saben lo que han hecho». «Son unos héroes». Con estas palabras agradecía el accidentado, su madre y su hermana Marisa la labor del grupo de rescate, integrado por un centenar de personas –58 de ellas espeleosocorristas voluntarios españoles, más 40 bomberos, militares y policías peruanos, junto a expertos franceses, mexicanos e italianos– que trabajaron por turnos las 24 horas. «Lo peor fueron los primeros días, sin nadie que me apoyara, sin comida y con dolores muy intensos», afirmó López-Tercero a Efe. «Llevo 22 años practicando la espeleología y este ha sido el primer accidente que he tenido: en cuanto me recupere seguiré porque me apasiona lo que hago y volveré a Intimachay, conocida como cueva del sol».

«Ir a Perú a dar las gracias»

«En algunos momentos perdimos la esperanza. Ha sido muy duro, pero gracias a todos lo que le han ayudado, que han puesto en peligro sus vidas para salvarle, todo ha terminado bien», recalcó su hermana. Su gratitud hacia el Gobierno peruano es tal, «que mi padre quiere viajar hasta ahí para agradecérselo personalmente», subrayó. En cambio, reprocha que «desde España no han facilitado nada».

Ángel San Juan, presidente de la Federación Madrileña de Espeleología, está agotado tras días de tensión y trámites burocráticos. «Me quedo con la extraordinaria solidaridad de un colectivo muy pequeño en España, con pocos medios, y la ayuda de deportes afines al nuestro y de personalidades y gente anónima que han hecho donaciones para sufragar el rescate», señaló.

El coste del rescate ronda los 200.000 euros y nuestro presupuesto es de 30.000

La Federación contrató un seguro que cubría hasta 18.000 euros que, sumado a la póliza de López-Tercero (12.000), ni siquiera se acerca a la factura de 200.000 euros que está por llegar. A los viajes, hay que sumar los gastos de manutención y desplazamiento del contingente y todo el material, precisó Melero. «Nuestro presupuesto es de 30.000. La Comunidad nos ha dicho que nos va a ayudar; de lo contrario, desapareceremos».

«No pretendíamos apoyo institucional en el tema económico, pero nos ha faltado más implicación en el campo diplomático para agilizar gestiones o en el acceso a las compañías aéreas para conseguir billetes más baratos. Y eso que el consulado en Perú se ha volcado», aseveró.

«Sé que hay quien dice que si realizamos actividades de riesgo de forma privada no tenemos derecho a ayuda institucional; sin embargo, sí la ha habido cuando otros han tenido problemas, hicieran deporte de riesgo o turismo en cruceros», agregó San Juan, quien dice haber aprendido que «con las pólizas del mercado no podemos afrontar un rescate internacional». El deportista exploraba en cuevas restos de la cultura prehispánica en la provincia de Chachapoyas.

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación