¿La era post PC acabará con la web?
- Los dispositivos móviles han acabado con el reinado del PC. En el futuro las aplicaciones podrían hacer lo mismo con la web
31/03/2012 - 18:00 h.
Parece claro que la supremacía del PC como centro de ocio y como único dispositivo profesional ha terminado. Primero, los portátiles; luego fueron smartphones y tabletas quienes han acaparado la mayoría de sus funciones y en gran medida la atención del usuario.
Igualmente, a marchas forzadas, han tenido que cambiar los contenidos y productos digitales. Periódicos y revistas adaptan sus ediciones a la lectura en dispositivos móviles, cada vez son más las empresas que se valen de aplicaciones para vender sus servicios y los creadores de videojuegos apuestan sin dudarlo por las plataformas móviles.
Asistimos a un cambio en las formas de consumo espectacular, tanto por las implicaciones tecnológicas y de desarrollo como por la rapidez con que el mercado se ha adaptado a nuevas costumbres y a la adquisición de caros dispositivos en medio de una crisis mundial que no parece remitir.
La resistencia
En esta lucha pocos resisten, compañías como Apple implementan sistemas de sincronización total entre sus dispositivos e iMac, tratando de actualizar constantemente sus aparatos «no-portátiles». Aún necesarios por otro lado, para realizar tareas pesadas en cuanto a potencia y tiempo de ejecución. Pero, ¿por cuánto tiempo? Una tableta sencilla ya permite editar vídeo, imágenes, crear gráficos y añadir sonidos, trabajar documentos de texto, hacer una videoconferencia y publicarlo todo en la web.
Por otro lado, internet en su corta vida también sufre las agresiones del progreso; hoy, un usuario puede acceder a información de una empresa, contactar con ella, encontrar su dirección y comprar un producto sin pisar su site oficial. A través de las aplicaciones para los nuevos gadgets se puede recorrer la web sin pisarla.
De momento, la costumbre del internauta no apunta en esta dirección. Prefiere utiliar la página tradicional a la aplicación específica. La opción está ahí, y en el futuro puede suponer otra revolución en torno a la tela de araña, su contenido y relación con los humanos.
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